Cuando un bebé nace prematuro uno de los factores de riesgo que agravan el cuadro es que sea varón. Las niñas en las mismas condiciones sobreviven más fácilmente. ¿Por qué? pregunté alguna vez a un genetista y contestó bromeando “porque son genéticamente superiores”. Recuerdo que luego acotó: “no se sabe, pero eso siempre ha intrigado a los médicos”.

En realidad todavía no hay certezas. Las mujeres viven en promedio tres años más que los hombres. El primer argumento que puede saltar es el riesgo laboral de los varones. Históricamente la mujer no ha estado en la línea de fuego de ninguna batalla, ni trabajos de alto riesgo físico y por lo general tampoco en deportes extremos.

Versus a ellos, las mujeres son más precavidas. Sí. También el abuso del alcohol, cigarillo y sobrealimentación es una conducta más frecuente en hombres que en mujeres. Excederse en todo aquello es una manera de cavar su propia tumba.

Es de conocimiento que en Rusia los hombres beben mucho. Ahí ellos viven -en promedio- 13 años menos que las mujeres. Sí. Pero ninguno de esos factores pueden ser aplicados a un bebé de termocuna. En las primeras instancias también las mujeres tienen más posibilidades de sobrevivir. La intriga sigue. Además hoy las circunstancias laborales y profesionales han equiparado las labores de hombres y mujeres. El caso sueco es interesante. En 1800 cuando las circunstancias eran más difíciles, los registros muestran que las mujeres vivían en promedio 33 años, mientras que los hombres 31. Hoy con una de las sociedades más avanzadas del planeta en términos de educación y equidad, la diferencia persiste. Ellos viven 79, mientras que las suecas 83.

En el caso de Ecuador no es diferente. La mujer tiene una expectativa de vida de 79 años versus 73 de los hombres, pese a que un dato muestra que a la hora de hacer deporte hay el doble de varones practicándolo. ¿Por qué? La ciencia está tras la pista. (I)