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Ecuador, 23 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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En un país hay casi el mismo número de personas que de bicicletas

Hay muchos mitos alrededor de las bicis

Utilizar bicicleta podría ser más saludable, pero todo está sujeto a diferentes circunstancias. Foto: Archivo/El Telégrafo
Utilizar bicicleta podría ser más saludable, pero todo está sujeto a diferentes circunstancias. Foto: Archivo/El Telégrafo
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Las bicicletas se multiplican en el país y en el mundo y con estas, las leyendas urbanas sobre sus beneficios y desventajas. Revisemos algunos mitos alrededor de esas dos ruedas.

1. Montar bici adelgaza

Sí… pero depende. Andar en bicicleta es una actividad aeróbica. Es un tipo de ejercicio que  quema la grasa en el cuerpo y, por ende, se recomienda para adelgazar.  Pero eso sucederá dependiendo de cuántas calorías se queman y cuántas se consumen.

Las personas que se movilizan a su lugar de trabajo en bicicleta, caminando o corriendo, poseen un índice de masa corporal y porcentaje de grasa en el cuerpo significativamente menor que aquellos que lo hacen por una vía de transporte privado, pero las calorías tendrán peso en ese resultado. Una persona que pesa 58 kilogramos, por ejemplo, podría quemar entre 170 y 250 calorías si se desplaza a un ritmo relajado, que puede aumentar a más de 400 si pedalea a una intensidad moderada o superior a 700 calorías si lo hace de manera vigorosa. Es decir, andar en bicicleta puede ayudar a adelgazar, sí, pero depende del ritmo en que se haga y la dieta que haga para complementar el desgaste físico.

Recordemos que el peso de las personas es el resultado de la diferencia de disminuir las calorías que se consumen (entre otras cosas con actividad física) de las calorías que se ingieren con la comida. Si es que tenemos una dieta hipercalórica por mucho que se haga ejercicio no se conseguirá bajar de peso.

2. Ciclear es perjudicial para las rodillas

Depende de la posición que se tenga encima de una bicicleta.  Lo repetitivo de la acción de pedalear puede causar muchas molestias si no se logra que el movimiento sea fluido y sin mucho esfuerzo, que por lo general se logra poniendo el sillín a una altura adecuada. Es preciso asesorarse de  cuál es el tamaño que más se adapta a sus características.

Andar en bicicleta es un ejercicio de bajo impacto, por lo tanto se recomienda frecuentemente en los tratamientos de rehabilitación de personas que han tenido lesiones, pero los especialistas de medicina deportiva también sugieren complementar el uso de la bicicleta, que se trata de un movimiento lineal, con otro tipo de ejercicios de mayor impacto como correr. El objetivo es desarrollar diferentes músculos y evitar problemas en otras partes del cuerpo, como huesos y articulaciones. También es recomendable comenzar a pedalear a un ritmo moderado y aumentar la intensidad gradualmente.

3. Cicliar perjudica las relaciones sexuales

Existen mitos que relacionan a la bicicleta con la calidad de la vida sexual de las personas. Empezando con las mujeres, un estudio de hace años cuestionaba si la posición en la bicicleta podía causar adormecimiento y pérdida de sensibilidad en el área genital. En tal estudio hacía referencia a que si la altura del manubrio con relación al asiento, se encontraba más bajo producía una mayor presión en el perineo y una menor sensación en el piso pélvico, lo que causaría algún tipo de calambres o pérdida de la sensibilidad en esta región. Pero un nuevo estudio desmintió tal relación por cuanto se trataba de una muestra pequeña. También se aclaró que es necesario realizar más investigaciones con mujeres que usan la bicicleta como simple medio de transporte.

En lo que a los hombres se refiere, se han publicado muchos estudios que demuestran que la bicicleta puede causar trastornos genitales y disfunción eréctil. Pero la más reciente investigación al respecto, en la que se analizó una muestra de más de 5.000 ciclistas, no encontró ninguna asociación con el tiempo que se pasaba sobre el sillín y la infertilidad.  El estudio resaltó que si la conclusión tomó en cuenta a ciclistas que recorrían unos 300 kilómetros, aquellos que lo hacen de manera más recreacional no tiene ningún tipo de riesgo.

4. Transportarse en bicicleta ayuda a reducir los niveles de contaminación en las ciudades

Eso es cierto, pero si nos referimos al medio ambiente. En cuanto al ciclista, no siempre. Los ciclistas pueden inhalar entre dos y cinco veces más partículas contaminantes que aquellos que viajan en automóvil.

Un estudio francés y otro inglés señalan que el causante es la respiración más rápida y profunda de quienes andan en bicicleta. Esto hace que inhalen más las partículas ultrafinas que están en el aire, que llegan a ser de cientos de miles en un centímetro cúbico de aire en las horas de mayor congestión. Un buen consejo:  evite las vías y los horarios más congestionados. (...continúa)

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