La afección EMPIEZA EN LAs CÉLULAS
Cáncer, el nombre que agrupa una serie de enfermedades
El cáncer comienza en las células. En el cuerpo ellas tienen una función determinada, nacen, se dividen para reproducirse y en algún momento mueren. La mayoría apenas vive un mes y a diario se pierden miles de millones de células. Así funcionan normalmente, pero a veces el material genético de algunas células se daña, mutan y aparecen células sin función alguna que pierden su capacidad de morir y comienzan a multiplicarse descontroladamente.
Forman tejidos nuevos e inútiles llamados tumores. Los tumores pueden ser benignos y extirparse sin causar mayores problemas o malignos que se extienden a otros tejidos del cuerpo.
El cáncer no es una enfermedad, sino un conjunto de enfermedades. Se conoce al menos un centenar de tipos de cáncer y cada uno tiene causas diferentes: desde el tabaco que puede provocar cáncer de pulmón hasta los virus como el de papiloma humano que deriva en cáncer de cuello uterino.
Y en el medio hay muchas causas: ambientales como el exceso de rayos solares, la radiación, otros virus como el de la hepatitis B y el helicobacter, la exposición prolongada a ciertos químicos, la obesidad, el consumo de alcohol y determinados factores genéticos.
Así como existen causas diferentes, no hay ningún remedio para “el cáncer” como suelen prometer quienes aseguran vender curas mágicas. Un viejo axioma médico dice “lo que promete curar todo, no cura nada”. Existen tratamientos muy diferentes para cada tipo de cáncer, incluso una vacuna que previene el papiloma.
Es verdad que ahora muere más gente por cáncer que antiguamente, pero esto sucede por tres razones. Una es que antes la gente no llegaba a morirse de cáncer porque antiguamente fallecían por otras enfermedades, como las pestes, las guerras o una sencilla herida infectada que hoy se cura con penicilina o antibióticos. La segunda causa es la edad: el promedio de vida en el mundo ha subido enormemente y muchos tumores tienen su origen en causas degenerativas naturales del organismo.
Cuanto más viejos nos hacemos, tenemos más células que por el desgaste de los años dejan de trabajar con normalidad y mayor probabilidad de sufrir de cáncer.
El tercer factor es que ahora se hacen diagnósticos más tempranos y más precisos. Antes, por la falta de instrumentos adecuados, se desconocían las causas de la muerte de muchos pacientes. Hoy sabemos que muchos seguramente murieron a causa de tumores malignos.
Algunos de los cánceres no son prevenibles, pero otros sí. Sobre todo aquellos relacionados con la alimentación hipercalórica o el sedentarismo. La Sociedad Americana para el Cáncer asegura que de los nuevos casos que se registrarán en este año, de un 25% a un 30% se relaciona con el sobrepeso. Esto significa que se puede hacer algo al respecto y tener buenos hábitos de alimentación y actividad física ayuda a prevenir este mal.
Alrededor del cáncer hay mitos (continúa en el link de abajo).