¿Cómo crear un nuevo discurso y cultura en los medios?

Las mujeres no deben ser las únicas que impulsen esos cambios. Se debe cambiar la idea de que somos grupos de atención prioritario. Mujeres y hombres somos protagonistas ¿entonces cómo recuperar el protagonismo? Se necesita iniciar una capacitación masiva en los medios, sistema educativo y en todos los espacios alternativos ciudadanos. En todos los niveles se debe abrir una discusión sobre los medios pero fuera de ellos.

¿Por qué fuera de los medios?

Dentro de los medios, nuestro cerebro tiende a descansar. Vemos un programa mientras nos interesa pero después no percibimos las publicidades, estereotipos y el mensaje oculto o directo; nuestro cerebro se pone en stand by. No vemos el cómo se les presenta a hombres y a mujeres, por lo que  debatir sobre los mensajes fuera de los medios hace que los veamos en su real dimensión y discurso. De 100 publicidades en el día de la madre, el 70% son de productos del hogar. Para hombres son: las de tarjetas de crédito, viajes, deportes y proyectos. Eso es lo que estamos consumiendo día a día y nuestra conciencia debería despertar.

En el observatorio tenemos varios talleres de lectura crítica. Necesitamos propuestas y desmitificar que los medios dan lo que la gente quiere, eso solo pasa mientras la gente está dormida.

Se habló sobre la importancia de que la ciudadanía impulse este cambio, ya que una normativa no podría resolver todo.

Sí, estamos convencidas de eso. La ciudadanía autoreguladora debe promover campañas de no-consumo de ciertos productos o de programas que tienen alto rating. Y no porque alguien les presione sino porque se están dando cuenta de las consecuencias que tienen para su propio desarrollo.

¿Cómo lograr que el rating y el marketing no primen ante el principio de igualdad?

En el Observatorio de medios hemos hecho capacitaciones a las escuelas de diseño, publicidad y comunicación. Tenemos un premio que se llama “Equidad” que se entrega cada año a la publicidad inclusiva y para las que no lo son tenemos sanciones éticas. En Cuenca hemos podido ver un cambio, por ejemplo, la campaña de Pilsener habla de deportes y diversidad.  Se les explica a las agencias cuántos votos tuvo y por qué, lo que les ayuda a determinar los parámetros de qué le gusta a la gente y que no entonces se abren nuevos canales de información y la gente está abierta.

La Ley de Comunicación tiene 2 años de vigencia ¿existe algún cambio en cómo se presenta a la mujer? ¿las sanciones han ayudado o perjudicado al proceso?

Desde nuestra perspectiva este tipo de sanciones lo que hacen es colocar el problema en el debate público. Puede ser que algunos medios se sientan atacados pero el hecho de que se empiece a hablar del tema es importante. Pero creemos que es mejor abrir canales de diálogo e información, en donde no solo se sancione sino que se analice las situaciones y oportunidades. Los medios de comunicación son oportunidades enormes para el desarrollo de las personas. A nivel local se ha empezado a usar lenguaje inclusivo y se diversifica las fuentes.

¿El hecho de que existan más mujeres en la política en Ecuador refleja equidad de género?

En lo simbólico es importante porque se ve más mujeres pero ciertamente si las mujeres otra vez están dormidas frente al ejercicio de los derechos específicos de las mujeres, no es un aporte porque ejercen la política desde una clave masculina y eso es bien peligroso. Numéricamente es simbólico y aporta, ahora hay que ir más allá del número a las propuestas y prácticas; si éstas son competitivas; si no se interrumpen las labores a cuentas de intereses personales y si son prácticas que no aporten a la equidad vengan de donde vengan, hombres, mujeres. En número es importante para la participación política de las mujeres pero hay que avanzar más hacia el fondo.

Usted ha dicho que no existe diferencia en ninguno de los medios al representar a las mujeres ¿Qué papel deben ejercer los medios públicos?

Su papel es dar el ejemplo. Si los públicos y comunitarios muestran que en sus representaciones no hay estereotipos y discriminación, los otros medios van a tener que cambiar. No se debe perpetuar la desigualdad de género.