Con tan solo 22 años, una periodista marroquí logró infiltrarse en las cocinas de un grupo de extremistas islámicos en la localidad de Idlib ubicada al noroeste de Siria, mientras ese país vive una guerra civil que ya le ha costado la vida a varios reporteros que cubren el conflicto.

Ghizlan Amyud logró infiltrarse en un grupo de rebeldas yihadistas del Ejército Libre Sirio (ELS), haciéndose pasar por una cocinera para lograr ingresar a la comunidad sin ser descubierta.

Amyud convenció a un periodista sirio, miembro del ELS, para que sea su “mahram”, nombre con el que se conoce a los tutores que acompañan a las mujeres, que no pueden circular solas por la zona. Tras convencer al “mahram”, se hizo pasar por huérfana y se alojó en casa de una viuda anciana de la localidad. Nadie sospechó de la periodista pues domina el acento de la región.

Aunque Amyud no pudo entrar a las reuniones del grupo extremista, sí logró escuchar varias conversaciones, y apuntó la información en una pequeña libreta, cuidadosamente escondida.

Luego de los días pactados con el “mahram”, éste regresó a recogerla. Amyud contó que pasó por momentos de tensión al pensar que quizás se quedaría atrapada con el grupo de rebeldes.

El pasado 27 de noviembre, la organización Reporteros Sin Fronteras manifestaba su preocupación por el secuestro de dos periodistas suecos cerca de la frontera de Siria con Líbano, un hecho que elevó a 18 la cifra de reporteros capturados o desaparecidos en ese país. (CLASESDEPERIODISMO.COM)