Del papel a lo digital: el paso que falta dar
Internet se ha convertido en algo esencial en la vida cotidiana. La primera fuente de investigación para algún trabajo es la red. Creemos que todo está ahí, o más bien asumimos que si no está ahí no existe. El diseño gráfico ahora tiene otro enfoque al crear contenidos. Antes se planificaban para soportes impresos, hoy se integra a la web. Los datos también se deben pensar para ser utilizados en diversas aplicaciones de internet porque no es lo mismo publicar en un medio impreso que en la web. Las medidas y los públicos son diferentes.
Cada producto gráfico debe cumplir una función destinada para estas plataformas.
En el año 2000 hacer una página web era complicado para un diseñador. Las agencias de diseño ofrecían este servicio como exclusivo porque eran pocas las personas que podían ofrecerlo. Aún hoy es complicado crear un sitio web. El diseño debe expandirse, incluso al funcionamiento y programación del sitio. Y debe resolver problemas de comunicación y dar soluciones a los usuarios.
En la infografía periodística también existió ese boom por hacer gráficos interactivos. Los primeros infógrafos realizaban multimedias fantásticas, usaban todos los recursos posibles para hacer que el internauta se enganchara con la noticia. Por ejemplo, empleaban recuadros de textos, botones, números, videos, flechas, hipervínculos gráficos, iconos, movimientos 3D... y una extensa variedad de recursos. Muchas veces, los lectores multimedia sentían que esa interacción les quitaba mucho tiempo y, finalmente, dejaban de usarla.
Este tipo de gráficos fue mejorando. El primer referente de diseñador infográfico multimedia se llama Alberto Cairo. Él junto a su equipo desarrolló nuevos conceptos para crear infografías digitales más limpias.
Cairo es crítico con aquellos que se preocupan por hacer presentaciones atractivas y divertidas sin tomar en cuenta el exceso por la integridad de los datos, la estructura de la presentación y la eficacia comunicativa de su trabajo. Tiene como consigna que el diseñador debe primero preocuparse por la legibilidad, la estructura, la narrativa, la claridad y la profundidad, antes que en el estilo. O que cuando se hable de estilo, este debe reforzar la funcionalidad.
Cairo es muy claro al definir qué es una infografía: “Es una representación visual de información, es decir, no es una ilustración, no es un diseño gráfico de por sí. Es un lenguaje que utiliza herramientas y técnicas que vienen del diseño gráfico, del periodismo, de la estadística, de la cartografía, etc”. Su objetivo principal es comunicar información de una forma clara y profunda, señala. Aún sigue la búsqueda de esa visualización con la cual el lector pueda entender la información visual que el infógrafo propone. (I)