El Consorcio Ecuatoriano de Exportadores de Quinua, encabezado por Paula Muñiz, quiere aprovechar ese “boom” y ampliar la oferta exportable, no solo del producto a granel consumido en sopas, sino de novedosas presentaciones que ya se venden en Estados Unidos y Europa. Ahora el Consorcio busca conquistar mercados tan distantes como los de Oriente Medio.

Y aunque la exportación de Ecuador todavía es menor con respecto a las de Bolivia y Perú, los mayores exportadores, nuestro país tiene como desafío ampliar los cultivos y los mercados.

¿Cómo nació la idea de formar un consorcio para exportar quinua?
El consorcio se creó en marzo con el apoyo de la oficina Pro Ecuador del Ministerio de Comercio Exterior para reunir a las cinco empresas que trabajaban individualmente con quinua en el país. El objetivo fue promocionar la quinua a escala internacional y mejorar el volumen de oferta y de productos procesados.

EN BREVE
Paula Muñiz, de nacionalidad argentina, es Ingeniera en Gestión Empresarial y Negocios Internacionales. Preside el Consorcio Ecuatoriano de Exportadores de Quinua desde agosto y, además, es gerente comercial de la Fundación Maquita-MCCH.

¿Cómo se relaciona ese impulso con el proyecto del Gobierno para el cambio de la matriz productiva?
El tema del cambio de la matriz productiva era algo básico. Ecuador dispone de mucha variedad de productos al granel y llega un momento en el que un país, para poder crecer, necesita no solo producir materia prima, sino generar un valor agregado en los bienes. Con el tiempo el valor agregado del producto se transfiere como ganancia directa a los productores y los campesinos.
Era necesario que Ecuador dé ese salto. Como empresas hemos generando ese valor agregado desde hace años.
Ahora lo valioso es que se apueste por una alianza. Actualmente para crecer promovemos la asociatividad en las comunidades, pero también es necesaria esa asociatividad a nivel de empresas y con el Estado, para poder crecer y unir esfuerzos para promocionar la quinua ecuatoriana a escala internacional. Siendo pequeños, estando solos, es más difícil. Hoy en día hay una variedad muy amplia de alimentos procesados de quinua que elaboran nuestras empresas y uniendo esfuerzos llegaremos a más mercados.

¿Cómo se considera a la quinua aquí y en el exterior?
La quinua, al ser un producto ancestral y de consumo en los países andinos como un producto básico, quizás genere la idea de que no tiene potencial. Estamos acostumbrados a la sopa de quinua de la abuela y, en realidad, en los mercados de exportación tratan a la quinua como el producto gourmet más nutritivo y con mucho valor.
Si evaluamos el valor nutritivo de la quinua vemos que tiene aminoácidos y proteínas, e incluso puede sustituir a la carne.

¿Cómo está el cultivo y la exportación de quinua en el Ecuador?
Ecuador todavía tiene un nivel bastante bajo de oferta exportable. El pionero en comercialización de quinua es Bolivia. Ese país tiene más de 50 mil ha de este producto. Le sigue Perú que apuesta a equiparar su oferta de quinua en un par de años. El país sigue creciendo, tiene casi 4.000 ha sembradas. La proyección es llegar a 10 mil ha entre 2014 y 2015.
Es necesaria una reunión con el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) porque el Ecuador tendrá que ampliar su oferta exportable, pues la demanda es muy alta, y no hay suficientes cultivos. Antes la demanda venía de Estados Unidos y Europa. En 2013, con la declaratoria del Año Internacional de la Quinua, la demanda empezó a crecer. Este año comenzamos a exportar a Inglaterra, a las naciones de la zona nórdica y de Oriente Medio como Líbano, Dubai y Arabia Saudita.

2013: Año Internacional de la Quinua declarado por la Organización de las Naciones Unidas
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) declaró a 2013 como el Año Internacional de la Quinua y nombró como Embajador Especial para la iniciativa a Evo Morales, presidente de Bolivia, el mayor productor de quinua del mundo.La declaratoria permite dar visibilidad a un producto que, según la FAO, puede desempeñar un papel importante en la erradicación del hambre, la desnutrición y la pobreza. Casi toda la producción de quinua está en manos de pequeños agricultores y asociaciones. Esta planta se encuentra de forma nativa en los países de la región andina, desde Colombia hasta el norte de Argentina y el sur de Chile, según datos de la ONU. Pero otros países no andinos han logrado crear semillas que se adapten a climas diferentes. Actualmente, los principales productores son Bolivia, Perú y Estados Unidos. También se encuentran cultivos en Francia, Inglaterra, Suecia, Dinamarca, Ho Italia. “Después de tantos años, Naciones Unidas reconoce este cereal como uno de los alimentos más importantes para la vida. Este reconocimiento no solo ensalza el valor nutritivo de la quinua, sino el conocimiento y las prácticas tradicionales de los pueblos indígenas” que superan los 7.000 años, declaró Morales en un discurso.

¿Cómo aprovechar que la quinua está de moda?
Diversificar ayuda mucho. Es necesario generar una oferta exportable que no se base solamente en la materia prima, sino en productos procesados. Las cinco empresas que forman parte del consorcio trabajamos directamente con los productores, con los campesinos, basados en el sistema de economía popular y solidaria, igual tuvimos poca oferta exportable y ahora como consorcio podemos incidir en el hecho de que Ecuador incremente su oferta.

¿Eso implica involucrar al gobierno?
Solicitamos que Pro Ecuador genere instancias de coordinación con el Magap para incidir en el aumento de hectáreas de cultivo. Este año guardamos semillas para el incremento de hectáreas y eso ayuda mucho, pero en su momento también se necesitará tecnología y conocimiento porque cuando crezca la oferta será necesario aumentar maquinaria para lograr productos procesados. La quinua es un producto que se capta al granel, pero necesita procesos de lavado, secado, selección, y de tecnología que, en este momento, tiene Perú y que Ecuador necesita si quiere ampliar su capacidad productiva y exportable.

¿En qué provincia hay cultivos de quinua y cómo es el proceso al que ustedes apuestan con la idea del comercio justo?
El ser parte de plataformas de comercio justo, tanto nacionales como internacionales, permite que exista otra metodología de trabajo. Hay empresas que representan una alternativa comercial para colocar el fruto de todo ese trabajo asociativo, productivo y comercial de las comunidades.
La quinua se cultiva en Chimborazo, Pichincha, parte de Cotopaxi, Carchi e Imbabura. Son cultivos andinos, plantaciones a un mínimo de 2.500 metros de altura. Francia, Canadá, Argentina y Chile son zonas que sin tener la altura necesaria para el cultivo, están generando semillas híbridas para poder sembrar en áreas más bajas debido a la gran demanda de quinua. Sin embargo, debe existir mucho control para que las semillas generadas en laboratorios no interfieran con las naturales.

¿Cómo funcionan las plataformas de comercio justo?
Existe un mercado paralelo al mercado convencional capitalista. Ahí se promueve que los productores y campesinos comercien al precio, peso y calidad justos.
Se complica mucho cuando, por ejemplo, entran intermediarios que captan el producto a un precio más bajo y sin exigencias de calidad. Para la quinua hay un mercado internacional que solicita certificación. Nosotros apostamos por el comercio justo y establecemos todo un sistema para cuidar el comercio con los campesinos bajo controles de calidad.

¿Qué productos basados en la quinua existen en el mercado y qué se consume acá?
De los productos procesados que manejamos en el mercado local hay gran variedad de granolas, de barras de cereales, pasta, coladas, sopas instantáneas. Hay ese cambio de la sopa básica de la abuela a la sopa instantánea que estamos generando. Sigue teniendo las mismas bondades proteínicas de la quinua, pero ahora en un plato preparado en seis o siete minutos. Otros productos son principalmente para exportación y no se encuentran en el mercado local.

Trabajamos para conseguir los registros sanitarios y poder comercializarlos aquí.
Ecuador está creciendo mucho a nivel de un mercado que busca un producto más saludable.
En el exterior se vende la línea baby food (comida de bebé) de compotas a base de quinua y mezcladas con fruta para neutralizar lo amargo de la gramínea y generar un rico sabor.

También está la línea similar al risotto, pero de quinua, por eso se llama Quinotto que se está promocionando mucho. Es un producto nuevo que ya está entrando en el mercado de Oriente Medio. Es bastante variada la oferta y algunos son productos que el mercado ecuatoriano está empezando a valorar, a consumir por ser alimentos sanos.

¿Qué deja el Año de la Quinua?
Fue un año muy provechoso porque generó instancias, tanto nacionales como internacionales, para el reconocimiento de un producto que se tenía totalmente oculto por ser solo latinoamericano. Era algo que no se reconocía. La declaratoria ayudó mucho a la difusión del producto, al conocimiento de los países exportadores, de la capacidad exportadora que tenemos en estos lugares y a nivel de la variedad de alimentos que se pueden generar en base a un producto que se consideraba tan básico.

¿Qué falta ahora para aumentar las exportaciones?
Se necesita incrementar la oferta y aumentar la tecnología. Ese es uno de los desafíos para 2014.

También hay mercados que empiezan a conocer la quinua como producto a granel, esos mercados ya tienen interés en productos procesados, pero hay que hacer todo un trabajo gradual. Primero promocionar el producto al granel, luego pasar a productos procesados. Necesitamos trabajar en esos mercados, principalmente, en el mercado de Oriente Medio que recién empieza a conocer la quinua como producto. Y en Europa y Estados Unidos buscamos aumentar la oferta.