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El Telégrafo
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Latinoamérica necesita dar un salto de calidad

Latinoamérica necesita dar un salto de calidad
09 de diciembre de 2013 - 00:00

Los avances tanto en crecimiento económico como en desarrollo social en América Latina son innegables, pero la región necesita dar “un salto de calidad” en su integración regional y enfrentarse a desafíos como la reducción de la desigualdad y el mantenimiento del crecimiento, según exmandatarios y expertos que la semana pasada reflexionaron en diferentes foros sobre las perspectivas de América Latina.

La región “reúne hoy todas las condiciones necesarias para afirmarse como polo de desarrollo, de paz y de justicia social... Es el momento de dar un salto de calidad en el proceso de integración”, dijo el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, durante el seminario ‘Desarrollo e Integración en América Latina’,organizado en Chile por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Las cifras de los últimos años muestran un crecimiento económico sólido de la región, incluso en comparación a la media mundial, y en momentos en los que la crisis económica golpeó a países como Estados Unidos y a la Unión Europea.

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Según datos de la Cepal, América Latina y el Caribe crecieron 5,6% en 2010, 4,3% en 2011, 3% en 2012 y un valor similar se espera para 2013 (gráfico 1). Contraponiendo esas cifras con las del promedio mundial, de Estados Unidos, de los países de la zona euro o de Japón, los números de América Latina evidencian, en todos los casos, un mejor desempeño (gráfico 2).

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Y los buenos resultados no solo se refieren a la economía, también en términos sociales se registran avances. Los niveles de pobreza e indigencia vienen cayendo. La pobreza pasó de 43,8% en 1999 a 29,4% en 2011, y la indigencia, de 18,6% a 11,5% en ese mismo periodo (gráfico 3).

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Otros indicadores como empleo, aumento real del salario, caída de la inflación también muestran mejoras.

“Los beneficios del crecimiento están llegando a los trabajadores y las capas más amplias de la sociedad, con más empleos y menos pobreza”, destacó Lula.

Pero las condiciones que aportaron al desempeño de las economías latinoamericanas pueden variar y es para ello que la región debe prepararse.

El ritmo de crecimiento de las exportaciones de bienes primarios y de escaso valor agregado (commodities) está disminuyendo, los flujos de capital serán más caros y no tan abundantes, y no van a estar a los niveles observados en los últimos meses, según Daniel Titelman, director de la división de Financiación para el Desarrollo de la Cepal.

“Las proyecciones muestran que el ciclo de alza de los bienes primarios se va reduciendo, lo que lleva a concluir que hay un mundo más complejo donde lo que se llaman los vientos de cola que ayudaban a la región, se están debilitando”, señaló Titelman durante su participación en la reunión de ministros de Finanzas de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), realizada en Quito.

Años atrás, América Latina ingresó en un nuevo orden económico y político-ideológico, sostenido por el boom de los precios internacionales de las materias primas y los bienes de consumo demandados cada vez más por los países centrales y las potencias emergentes y sorteó con éxito la crisis financiera de 2009.

El hecho de que las dinámicas externas afecten a la región implica que, para seguir manteniendo tasas de crecimiento positivas, es necesario que el bloque redoble sus esfuerzos por mejorar las estructuras productivas, ganar mayor productividad y darle valor agregado a las exportaciones, según el experto.

En efecto, América Latina está tratando de ajustar y aumentar la productividad, y viendo “cómo cosecha los buenos años que ha tenido a través de las políticas industriales”. La solidez macroeconómica de la región “le permite sortear las turbulencias que puedan venir de la economía mundial de mejor manera que en otras épocas y, lo que tiene que hacer, es aprovechar el mayor espacio que tiene para empezar a enfrentar las brechas estructurales que han limitado su desarrollo”.

Aunque Titelman no ve “grandes nubarrones” que afecten el crecimiento de América Latina y el Caribe, sí señaló problemas que deben irse resolviendo como la desigualdad y las grandes brechas de productividad en comparación con las economías asiáticas y desarrolladas.

Titelman también es partidario de dar un salto cualitativo en la capacidad de la región para competir y producir bienes con mayor contenido tecnológico y valor agregado, y con ello, dejar el modelo primario exportador.

 

"Cuando el ciudadano común se sienta parte integrante y beneficiario directo de este proceso de integración  regional estaremos forjando una verdadera voluntad popular por la integración, una nueva ciudadanía’, dijo el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva en un seminario organizado por Cepal en Chile."

 

Para él, los países están preparándose y se refirió a iniciativas dirigidas a potenciar el comercio en monedas locales, como el caso de Argentina y Brasil, y de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) con el Sistema de Unificación de Compensación Regional (Sucre), que es una moneda virtual para las transacciones comerciales.

Pero otros temas claves necesitan consolidarse, como es el caso del funcionamiento del Banco del Sur, impulsado por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur); la integración física de la región, a través de carreteras, puertos, aeropuertos, o la integración regional a nivel de los ciudadanos para que puedan trabajar, estudiar, emprender e invertir, no solo en su país sino en la región, como reconoció el propio Lula. “Cuando el ciudadano común se sienta parte integrante y beneficiario directo de este proceso estaremos forjando una verdadera voluntad popular por la integración, una nueva ciudadanía”, opinó.

El comercio intrarregional es otro aspecto que requiere mayor impulso. En 2002 totalizaba, en América del Sur, $ 33 mil millones, y en 2011, se cuadruplicó, llegando a $ 135 mil millones.

En ese mismo periodo, el comercio entre países de América del Sur y del Caribe pasó de $ 49 mil millones a $ 189 mil millones, según datos de la Cepal, citados por Lula. “Solo mirando ese aspecto ya acumulamos una ganancia estratégica para la región. La diversificación de los mercados, con nuevas posibilidades para exportar e importar, hizo a nuestras economías menos vulnerables a las disputas del comercio global. Pero a pesar de los avances, todavía estamos muy lejos del potencial del comercio intrarregional, que representa cerca del 20% de nuestras transacciones con el mundo y menos de la mitad del índice entre los países de Europa y de Asia”, dijo el exmandatario.

Ante este escenario, la secretaria ejecutiva de Cepal, Alicia Bárcena, hizo un llamado a los países a construir encadenamientos productivos, a promover empresas a nivel regional, a trabajar en la expansión del comercio intrarregional y a establecer alianzas entre los pueblos.

“Por la vía del esfuerzo colectivo, sirviéndonos de la integración, la igualdad es el horizonte, el cambio estructural es el camino y la política es el instrumento. Creemos que en esta, la región con peor distribución de riqueza del mundo, es indispensable igualar para crecer, como lo hizo Brasil, y crecer para igualar”, resaltó Bárcena.

De su lado, el expresidente chileno Ricardo Lagos, también presente en el seminario de la Cepal en Santiago, reconoció que América Latina “pasa por un momento estelar” por sus avances en materia de democracia, manejo económico y progreso social, pero también advirtió que la región está adentrándose en “un nuevo ciclo económico y social” ligado al aumento de las demandas de quienes dejaron atrás la pobreza,.

Respecto al proceso de integración regional hizo reparos. “Lo que veo no me gusta. El estado de nuestros procesos de integración no es para estar muy orgullosos” y cuestionó la división geográfica de iniciativas como la Alianza del Pacífico, que integran México, Colombia, Perú y Chile, y que olvida el Atlántico. “Si queremos ser escuchados, los latinoamericanos debemos hablar con una sola voz en la escena mundial”, remarcó, defendiendo espacios como la Celac.

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