Publicidad

Ecuador, 27 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Recomendado

Un largo día en la breve vida de un hombre. Sobre Ulises, de James Joyce, a propósito del Bloomsday

Un largo día en la breve vida de un hombre. Sobre Ulises, de James Joyce, a propósito del Bloomsday
15 de junio de 2015 - 00:00

En 1922 aparece esta obra, novela, cuento extendido, broma macabra del lenguaje, una historia breve e interminable, flujo de conciencia y sucesos, de los libros icónicos de la cultura occidental.

 

Parodiando el recorrido del héroe griego que buscaba regresar a su hogar, Joyce creó a Leopold Bloom, un hombre que sale de su casa en Dublín y que, eventualmente, ha de volver a esta, a los brazos de una Penélope moderna, Molly Bloom, que no ansía el retorno de su marido ni mucho menos. Asimismo, este héroe tiene un hijo, en este caso putativo, un joven con el que se encuentra en su recorrido por Dublín y con quien establece una conexión profunda, Stephen Dedalus, quien fuera también protagonista de la obra Retrato de un artisto adolescente, del mismo Joyce.

 

La obra está planteada, de hecho, siguiendo la estructura del poema homérico, es decir, primero hay una Telemaquiada, una sección en la que interviene el hijo del héroe, se lanza a las calles, a realizar sus actividades cotidianas, un poco consciente e inconsciente, a la vez, que busca algo. Luego de esta Telemaquiada, la acción vuelve a las ocho de la mañana, hora en que Leopold Bloom abandona su hogar y recorre las calles, cumpliendo un itinerario paródico del periplo heroico, y que se desarrolla bajo diversas técnicas: monólogos, guiones teatrales, diálogos, descripciones. Este es un recorrido que abarca calles, giros gramaticales, la exploración del mundo exterior e interior de un hombre gracias a la peligrosa herramienta llamada lenguaje. De hecho, podría decirse que James Joyce consiguió plasmar, de manera heroica, lo que realmente ‘es’ un hombre, por dentro y por fuera, es decir, actos continuos, voluntarios, involuntarios, así como un ser hecho de pensamiento puro, de lenguaje, que al tiempo que camina va hilando y deshilando el mundo en su cabeza. El hombre tiene la posibilidad de recrear su realidad dentro y fuera de sí; es capaz, maravillosamente, de habitar varios mundos al mismo tiempo.

 

Leer esta obra no es fácil, pero es muy divertido, al mismo tiempo, emprender este viaje, por el día 16 de junio, que es el que está consignado en la novela. Por eso mismo, alrededor del mundo, muchos fanáticos de la obra de Joyce recuerdan esta fecha con el nombre de Bloomsday, hacen recorridos por sus ciudades, tratan de comer lo mismo que los protagonistas durante su ‘día’ y algunos llevan en su bolsillo una papa cruda, al estilo de Leopold Bloom.

 

Se avecina esta celebración y, más allá de reconstruir pasajes de la obra o imitar a los personajes, quizá la mejor manera de honrar el esfuerzo del autor es leer la novela, compleja, sí, pero divertida y transgresora, como son, en realidad, todas las grandes textos que ha dado la literatura universal.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media