Personaje
Patrick Modiano, premio nobel de Literatura 2014
Por suerte contamos con traducciones de sus obras al español y, seguramente, ya las librerías locales están haciendo los pedidos respectivos para satisfacer la demanda que se viene por la novedad.
Quienes aún no hayan leído al nuevo premio nobel de literatura, Patrick Modiano, podrán hacerlo dentro de poco, pues así de fuerte es la avalancha mediática que se avecina por este suceso.
Las apuestas sobre el Nobel de este año empezaron hace semanas y el nombre del francés (Boulogne-Billancourt, 1945) no aparecía entre los primeros lugares ni entre los típicos favoritos que ya se han convertido en los eternos nominados.
La Academia Sueca ha dado un nuevo revés a las expectivas. ¿Pero qué tan sorprendente es este veredicto, realmente?
La obra de Patrick Modiano abarca una gran cantidad de novelas. Las primeras están ambientadas en la época de la ocupación nazi en Francia, lo que el escritor considera “parte de su prehistoria personal”. Para él, el colaboracionismo de algunos franceses con los invasores se convirtió en motivo de vergüenza.
Hijo de una actriz y de un descendiente de judíos italianos, Patrick Modiano dedica, también, gran parte de su obra a la búsqueda de la figura del padre, personaje ausente en su vida, por viajes, por persecuciones.
Algunos títulos de sus obras son El lugar de la estrella, La ronda de noche, Los bulevares periféricos, La calle de las tiendas oscuras, El libro de familia, Una juventud, Tan buenos chicos, Domingos de agosto, Exculpación, Villa Triste, Dora Bruder, En el café de la juventud perdida y Un pedigree, una suerte de autobiografía.
En 1999, en una entrevista a diario El País de España, Modiano daba algunas pistas sobre su escritura, sobre todo luego de que el entrevistador le preguntara si no consideraba que escribía continuamente la misma novela. Modiano respondió: “Sí, sí. Yo ya me he dado cuenta de que me repito: siempre es alguien que busca a alguien o alguien que intenta recuperar las huellas de alguien. Siempre es así. Y siempre es inconsciente. Luego me digo: ‘Mira, esto ya lo has hecho’. Las cosas vuelven. Es por un sentimiento íntimo de ausencia, de abandono. Por eso intento buscar las huellas de las personas”.
La ausencia y la búsqueda parecen ser los motivos de Modiano, los móviles de su literatura.
La Academia Sueca decidió otorgarle el premio este año porque Modiano es un artífice de la memoria, no importa lo dolorosa que resulte para la humanidad, y de esto se desprende una obra que muchos han catalogado de repetitiva, porque el mismo tema sobrevuela los textos, pero que otros han calificado de consistente con la idea de rescatar un período importante en la historia de Francia y del mundo: la historia de la guerra.
Acaso sean las huellas de la guerra las que nos lleven a otra visión del mundo.