En este 2014, en el ámbito mundial enfrentamos la pérdida de varias figuras del mundo de la cultura. Es cierto que todos los años debemos afrontar las pérdidas, pero este año, quizá, algunas fueron un poco más sentidas, por la sorpresa, por la decepción de que la salud de algunos no mejorase, por el impacto que produce una temprana muerte que llega, fatalmente, por la propia mano.

Es así que la sorpresa se transforma en tristeza, pero también surgen, casi al instante, los recuerdos, las anécdotas, y parece que aquellos que parten no se han ido realmente.

  Quizá entre las noticias más impactantes de este año está el fallecimiento de Gabriel García Márquez, el 17 de abril. Si bien hubo rumores de que sus facultades mentales no estaban ya bien, y de que su salud se deterioraba de a poco, la noticia de su muerte no dejó de impactar a todos quienes lo leyeron y lo admiraron. En palabras del presidente colombiano, Juan Manuel Santos: “García Márquez es el colombiano que, en toda la historia de nuestro país, más lejos y más alto ha llevado el nombre de la patria”. Que descanse y revivan sus letras, una y otra vez.

Dos fallecimientos, tristísimos, por su trágico telón de fondo, fueron los de los actores estadounidenses Philip Seymour Hoffman (2 de febrero) y Robin Williams (11 de agosto). Ambos actores con amplias trayectorias, murieron por excesos, por la carga, por la extraña tristeza que embarga a los seres humanos. Pero a la pena de su deceso le siguieron las demostraciones de afecto y sus actuaciones revivieron en todas las pantallas.

Repentina fue la muerte del guitarrista Paco de Lucía el 25 de febrero, cuando jugaba con sus hijos en una playa de Cancún. Fue una triste sorpresa, pues Paco aún daba conciertos magistrales, y la gente esperaba con ansias sus próximas presentaciones.

La esperanza se vio decepcionada cuando el 4 de septiembre falleció, al fin, Gustavo Cerati, después de haber estado durante 4 años en estado de coma a causa de un ataque cerebrovascular en 2010, después de un concierto en Caracas._Su familia y fanáticos aún esperaban su despertar.

El 28 de noviembre, una triste noticia embargó a muchos cuando se supo del deceso de Roberto Gómez Bolaños, Chespirito. Si bien surgieron opiniones encontradas sobre su humor y sobre los criterios políticos del guionista y actor, el hecho innegable es que la figura de Chespirito es icónica para varias generaciones en Latinoamérica y que sus personajes, el Chapulín Colorado y El Chavo del 8, entre otros, serán recordados por muchísimo tiempo.

Otros personajes nos han dejado este año. Por eso, hoy, presentamos un pequeño homenaje, los recordamos, para que su memoria sigua viva.