Su mirada es inquieta cuando conversa. Es parte de la inseguridad que siente Zulema Constante. Ella   reconoce que los 21 días que permaneció en la clínica de deshomosexualización contra su voluntad son la causa de esa intranquilidad.

Hace dos semanas sintió que no debía acudir al trabajo porque algo sucedería, la misma sensación que tuvo aquel 17 de mayo de este año, cuando a la salida de su trabajo dos tipos, que recibieron órdenes de su padre, la embarcaron a la fuerza en un vehículo con rumbo hacia Tena. “Hay días en que me levanto asustada”, asegura la joven.     

Su caso se conoció públicamente e incluso llegó a sonar en el exterior. El cantante Ricky Martin se refirió a él en un tuit. Según Zulema, esto sirvió para orientar a chicos y chicas de su edad que tienen temores de que les ocurra lo mismo.

Luego de lo que vivió Zulema, el Ministerio de Salud ordenó el cierre de la llamada clínica de “deshomosexualización”. “Espero que haya servido para entender que mi condición sexual no me hace diferente a nadie”, dice.

Las campañas por
el matrimonio igualitario tornan más normal hablar de las temáticas  GLBTI.Zulema explica que su lucha, iniciada cuando expuso su caso, la hizo para erradicar la ignorancia y la homofobia, al igual que para lograr el cierre de varias clínicas de este tipo. “Si la gente no creyera en  lo que ofrecen estas clínicas no hubiese este negociado. Todo parte de la desesperación de los padres y de la falta de entendimiento”, agrega.

Su lucha, según la joven, es parte del camino por conseguir la igualdad de sus derechos como GLBTI. Indica que luego de su experiencia traumática se ha acercado a las campañas de los colectivos de la diversidad, como los actos en favor del matrimonio igualitario y la reunión con el presidente Rafael Correa.

“Todo ese tipo de cosas hace que sea más normal hablar de las temáticas de los GLBTI que antes. La gente ya empieza a verlo de otra manera, creo que va cambiando paulatinamente”.

Zulema indica que la búsqueda por la igualdad en el matrimonio implica un reconocimiento de los derechos. “Si nos tienen como ciudadanos de segunda nos faltan derechos en la salud, trabajo. Esta lucha por el  matrimonio nos da mayor igualdad”.

Recuerda su historia

Aunque ahora es capaz de salir con un cartel “lo hago si me hablan de pelear por mis derechos”, la historia para Zulema era diferente hace varios meses.       

Cuenta que no aparecía en las campañas porque su familia no sabía de su orientación sexual, “ante el mundo era lesbiana, menos ante mi familia, no lo lograban ver”. Agrega que era frustrante no poder ser quien era y tener que mentir, hasta que el 25 de marzo decidió confesar su inclinación.

Fue así que les dijo a sus padres: “soy lesbiana”. Luego tomó sus cosas y se marchó junto con su pareja Cinthya Rodríguez. Dos meses después de esa confesión, y la misma fecha en que se conmemoraba el Día contra la homofobia, fue llevada a una clínica para que le “curen” su homosexualidad.  

“Pensaba que con el tiempo iban a entenderlo, pero fue peor, tomaron una decisión que hizo que me   quedara sin trabajo, interrumpiera mi carrera de psicología, generara inseguridad y miedo de que me hagan algo”, indica.  

Zulema aún espera las disculpas por parte de su padre. “Jamás hubo preocupación por saber qué me hicieron. Quizás si se hubiese dado una violación habría sido diferente y hoy estuvieran dándose golpes contra la pared”, indica.

De hecho, cuenta que su padre ha tratado de acercarse. “Las primeras veces que iba a visitarme al trabajo me daba terror. Es feo porque es mi papá y le huyo... Siempre le he dejado claro que el que converse con él no quiere decir que está todo bien. Ni siquiera ha empezado por una disculpa. Hay cosas que jamás volverán a ser lo mismo”.     

A pesar de todo lo vivido Zulema asegura  estar enfocada en continuar con su vida.                     

Para el próximo año tiene previsto retomar su carrera como psicóloga y seguir paralelamente con su lucha por la igualdad de sus derechos, pero ya no con miedos de ser descubierta por sus padres, sino siendo parte del colectivo GLBTI con carteles en apoyo del matrimonio igualitario. Casarse con su novia está también entre sus planes.