El concurso Miss Universo existe desde hace 60 años. Es sin lugar a dudas el evento de belleza más visto. A mi parecer es el más vistoso y publicitado, el de mayor resonancia que no es lo mismo que prestigio. Es el concurso top. Y las candidatas que participan son a su vez las reinas nacionales de cada país.

Miss Universo no es lo mismo que Miss Mundo. Miss Universo (con defectos y todo) es mucho más que Miss Mundo, 10 veces.

La Miss Ecuador absoluta es la que asiste a participar en Miss Universo, es la que gana la corona y segundo lugar no es ni será igual que primero.

De hecho, en la memoria popular siempre se recordará a la que va al Miss Universo. Pasarán décadas enteras y nadie olvidará los nombres de Soledad Diab, Susana Rivadeneira, Constanza Báez, Alejandra Argudo.

Pero pocos recuerdan quien fue a Miss Mundo. Hay pocas excepciones María Sol Corral, Giselle Cucalón, Cristina Reyes y pare de contar. También fueron reinas.

Dicho esto y como antesala para cuestionar y solicitar respetuosamente dos cosas, en su orden. Lo manifestado en días anteriores por el magnate del concurso Miss Universo desde 1996, y precandidato a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump y que cayó como balde de agua helada a la sociedad entera, cuando justamente en el nuevo orden mundial de una comunidad cada vez más civilizada, donde impera la igualdad, no es ni siquiera gracioso que un hombre exitoso y reconocido mencione algo tan ofensivo, además de falso, en contra de México.

Manifestar que ellos envían lo peor a Estados Unidos, es una falacia. Hay millones de triunfadores aztecas que a lo largo de generaciones han aportado con fuerza, lucha, talento y trabajo para el engrandecimiento de esa poderosa nación.

Insinuar que construirá una gran muralla en la frontera es algo también innecesario decirlo. Doloroso. Y todo esto sucede mientras en esa misma nación, el Tribunal Supremo aprueba el matrimonio gay en todo Estados Unidos.

Por su lado, el presidente Obama ha anunciado a la nación esa decisión que él avala. Y ese mismo día la Casa Blanca lució multicolor como el arcoíris. Coincidencias aleccionadoras. Las minorías cada vez alzan más su voz.

México en una declaración un poco tardía pues se supone que Lupita Jones, directora del concurso Miss México, tiene su propia agenda.

Ya manifestó la decisión de Televisa (no de ella) de no enviar candidata azteca al concurso Miss Universo en el que figura Donald Trump, el magnate que afirma que los mexicanos envían lo peor a Estados Unidos.

Y es que hay que tener orgullo, acertada decisión que me permito sugerir sea imitada por la señora María de Aguayo, directora de Miss Ecuador.

Considero que no deberíamos enviar candidata ecuatoriana (en este caso Francesca Cipriani) al negocio particular de Donald Trump, el concurso Miss Universo.

No le demos vuelta al tema. De seguro el presidente Correa estará muy de acuerdo con esa decisión que están tardando mucho en ser anunciada.

Y no se preocupen que sin reina y elección no se van a quedar, solo que esta vez sera para realizar urgentes obras sociales y benéficas. Todos salimos ganando. (O)