En esta misma columna, que ustedes me honran en leer, fui el primero, en febrero pasado, en mencionar a Constanza Báez como la gran (y única) favorita y la mejor de la competencia de ese Miss Ecuador 2013.

No faltaron los sufridores de las redes sociales en quejarse de mi pronóstico.

Llegado el día del concurso nacional no cabía duda. Constanza Báez, con aplomo, recibió el veredicto. No hubo lágrimas.

No solo que era la mejor en conjunto, sino que además ella lo sabía. Porque ese es el principal baluarte de la economista Báez. Seguridad imponente. Y allí radica el triunfo de la Reina en la lejana Rusia.

¿Triunfo? ¡Sí! ¡Triunfo! Llegar a las instancias finales en el más importante evento mundial de la belleza y, según sabemos, a solo 2 puntos de la Miss Universo electa, es un contundente e histórico récord y triunfo que nosotros no estábamos acostumbrados a disfrutar.

Pese -ojo- a que nuestras representantes han sido en su mayoría bellas e inteligentes. Algunas, hay que decirlo, poco afianzadas y nada contundentes, muy tímidas.

Y sin el furor, que en esta ocasión fue el ingrediente principal del accionar de Constanza. Y es que había que verla para disfrutarla. Con un caminar de gacela. Los trajes apropiados, en caída y color. Un cuerpo fitness, el mejor del concurso, sin duda. Mirada fuerte. Imponente. Directa.

¿Secreto para triunfar? Me atrevería a decir que ninguno.

Una plácida belleza, un cuerpo juvenil tonificado (¡ejercitado!), sin los excesos poco estéticos y muy televisivos y de un tiempo a este muy usados de la silicona.

Constanza lució natural, fiel representante de la belleza de la nueva mujer de siglo XXI, profesional, fitness, frontal, lejana… ¡qué Reina que tenemos!

Y creo que es preciso comentar y recordar que la Miss Ecuador histórica se preparó por varios meses en Venezuela, país pleno de coronas de belleza, con expertos en pasarela y maquillaje, pero en especial en actitud. Así es, hay que decirlo con todas sus letras.

No es válida la comparación, pero si para llegar a los mundiales de fútbol la Federación Ecuatoriana de Fútbol debió recurrir a técnicos colombianos, para figurar en los concursos de belleza se ha tenido que acudir (Constanza es un ejemplo de aquello) a la industria y central mundial de las Reinas de belleza y actitud (la escuela venezolana).

En horabuena que haya sido así pues acá solo hay “missólogos” (inexistente oficio) o fanáticos de las historias rococó de los concursos, pero un verdadero asesor de reinas con pleno conocimientos de pasarela, dicción y actitud, lamentablemente aún no lo tenemos.

Aunque más de uno quiera hacerse un dinerillo diciendo que asesora a misses.

BELLA COINCIDENCIA

Las 3 bellezas ecuatorianas que han llegado a semifinales y finales del Miss Universo en sus 60 años de historia son quiteñas: Lucía Vinueza (1982, semifinales), Susana Rivadeneira (top 10) y Constanza Báez (segunda semifinalista). Pero las 3 se han desarrollado profesionalmente en Guayaquil.

UNA MOSCA EN LA SOPA

Programa de corte rosa desaparece en diciembre. Un mal contenido ve naufragar una vez más a otro espacio de chisme.

El pelear e insultar por redes sociales sin duda distrae la atención de quienes deberían estar forjando un contenido alegre e inteligente.

El trabajo dignifica. La ofensa y la envidia destruyen. Es la hora de los programas que construyen.

¡Buen inicio de semana!