La columna de Ángelo
Aterriza David Reinoso
Algunos amigos discuten conmigo cuando les digo que en mi humilde opinión David Reinoso es el mejor actor de comedia del Ecuador.
Que no, que es solo caracterizador, me dicen. Se debaten los nombres de Andrés Garzón y Martín Calle, pero insisto con Reinoso.
l siempre es noticia para los programas rosas, ya sea por sus divorcios o sus relaciones sentimentales con bellas mujeres. Tiene buen gusto.
Es arisco, algo rencoroso también. No suele perdonar una pregunta indiscreta o fisgona. Ahí mismo detiene a rajatabla al reportero. El segundo acto es que ignora de por vida, o por unos años al menos, hasta que requiera de las promociones indirectas que todo programa rosáceo otorga. Ganó notoriedad casi a finales de los 90 en el mercado televisivo con la propuesta de parodiar a las figuras televisivas de moda.
Entonces era el imán de rating en TC. No solo facturaban bien sino que además molestaban a los canales de la competencia.
Reinoso y su equipo (Galo Recalde inicialmente, luego Fernando Villarroel) parodiaron, en algunos casos, de manera poco piadosa a Carla Sala, Rashid Tanús, Vito Muñoz o José Delgado.
Con excepción de Vito, el resto se sintió ofendido con el trabajo del equipo de Reinoso.
Ninguno planteó demandas, además de que dadas las anteriores circunstancias, era perder el tiempo, era devolver el bombazo con una pedrada.
Reinoso evolucionó y creció. Del maquillaje sencillo pasó al más elaborado. Sobresalió con sus personajes, a diferencia de los del resto de su equipo (salvo Flor María Palomeque).
Reinoso siempre destacó, Recalde y Villarroel partieron a puertos distintos. A David no le hizo mella. Hasta su director, el creativo Jorge Toledo, se marchó y la buena racha siguió. Un enjambre de escritores hizo los guiones. La fórmula era la misma: burlarse para provocar risas. Todo exagerado. Por cierto, ¿alguien les ha preguntado a los parodiados cuánto les afectó emocionalmente aparecer caricaturizados en la TV en horarios de alta audiencia?
Pero como todo tiene un ciclo, hoy hay una ley que protege los derechos de ciertas minorías y de paso se reforzaron leyes que impiden algún tipo de hostigamiento. Y este tema es con todos, no solo programas cómicos, sino también con los de la farándula televisiva insípida, inventora de romances. Hoy lo piensan dos veces y hasta más.
No precisamente en ese contexto, pero la serie ‘La pareja feliz‘, de Reinoso y compañía, se adelanta y por cuenta propia anuncia que no va más en la parrilla de Teleamazonas. Mientras que por otro lado una persona que hace dos años fue conocida por su drogadicción y que entonces fue entrevistada por un programa de Canal Uno amenaza a Reinoso con acciones legales por parodiarla.
Todo esto quizá lo lleve a replantear sus producciones televisivas para el 2015. Debe haber algo más, después de las ya hoy desgastadas parodias a personajes. Una comedia, una telenovela o un seriado. Mientras tanto la discusión con mis amigos continúa. Yo insisto: el mejor actor de comedia del Ecuador es Reinoso.