Una hora y media toma la preparación de un cadáver
Luego de una muerte violenta, los elementos de Criminalística deben hacer el levantamiento de cadáver y llevarlo hasta la morgue de la Policía; incluso cuando el deceso se produce en una casa de salud. Ya en la sala de autopsias, antes del procedimiento legal, se lava el cuerpo para eliminar cualquier suciedad que impida obtener evidencia. Luego de las incisiones en el tórax y la cabeza, se procede a coser y evitar que la menor cantidad de sangre salga del cuerpo.
El agua fría es necesaria porque ayuda a que el cuerpo acepte mejor la formolización.
Esta se la hace a través de las venas carótidas y femoral. En 10 minutos, el líquido inunda el cuerpo.
En caso de que la muerte se haya producido por un accidente se limpia el resto de heridas, como cortes o laceraciones en el rostro.
Según expertos, luego de la autopsia, se complica ubicar la vena carótida y en algunos de los casos la formolización no se da correctamente, por lo que algunas partes del cuerpo se descomponen más rápido que otras.
El líquido no se puede inyectar por el abdomen, pues no circula bien por todo el cuerpo y la descomposición se acelera. En el anfiteatro, no reciben los cuerpos de personas que murieron con enfermedades contagiosas como sida y hepatitis, para evitar posibles contaminaciones.
Si la persona tenía cáncer, sus venas se atrofian y es difícil formolizar el cuerpo, por lo que el procedimiento demora más de lo normal.
Todo proceso le toma al experto una hora y media, entre la autopsia y hasta que está listo para sepultarlo o para estudiarlo.
Algunas veces, los parientes más cercanos piden entrar a la sala de autopsia para acompañar al familiar en la preparación y el procedimiento. En la Universidad Central del Ecuador existen tinas para mantener los cuerpos antes de ser utilizados por los estudiantes.