Carlos Alfredo Rodríguez León, de 32 años, ya no consta en el listado de los delincuentes más buscados. Se entregó a la Policía, en Chile, donde quedó detenido para su posterior extradición a Ecuador, según informó ayer el ministro del Interior, José Serrano.

Rodríguez era requerido en otros países mediante notificación roja de la Interpol, desde el pasado 25 de julio cuando la Fiscalía lo vinculó con la muerte de Cinthya Rebutty Troncozo, de 21 años.    

En el país, el principal sospechoso del asesinato de la joven estudiante de la Escuela Superior Politécnica del Litoral, debe ser trasladado inmediatamente al Centro de Rehabilitación Social de Varones de Guayaquil. Contra él pesa una orden de prisión preventiva, emitida por el Juzgado 16º de Garantías Penales del Guayas con sede en Daule, donde se ventila el caso.

Cinthya Rebutty fue encontrada muerta  dentro de su vehículo Hyundai Getz, de placas GRD-600, en una guardarraya del kilómetro 4 de la vía a Salitre,  cerca a la escuela Simón Bolívar, a pocos metros de la urbanización Málaga 2.

Según los primeros reportes del Ministerio del Interior, Rodríguez se habría entregado a la Policía chilena, quien en coordinación con la Fiscalía de ambos países tramitó de inmediato su extradición.

En agosto pasado se conoció por reporte de la Dirección de Migración que Rodríguez salió del país hacia Perú por Huaquillas.

Por información sobre el paradero de Rodríguez, la Policía, a través del sistema de pago de recompensas instaurado por el Ministerio del Interior, ofreció 5 mil dólares. A este monto se le sumaron 2 mil dólares que Oswaldo Rebutty, padre de la fallecida, ofreció por su cuenta con el afán de que el hecho  no quede en la impunidad.

Junto con Rodríguez son procesados dos celadores, Legner Augusto G. B. y Nelson Euclides S. P., y el administrador de la urbanización La Joya, etapa Diamante, Christian Ray R. P., quienes estaban de turno el día en que fue encontrado el cadáver de la joven estudiante.

El fiscal que investiga el caso, Alexander Espinales, indicó en la etapa de indagación que a Rodríguez, hermano de una amiga de la occisa, se lo vinculó porque, según los familiares de la joven, éste la citó para hablar de negocios (compra y venta de teléfonos celulares), el 24 de julio. Desde entonces no se supo de su paradero, hasta la 01:45 del día siguiente, cuando apareció, pero sin vida.