Especial coronavirus
Viudas de policías elaboran trajes de bioseguridad para la emergencia
Sonia Cruz todavía guarda los recortes de prensa que hablaban de su esposo. Edwin Arturo Mena, sargento primero de Policía, viajó a Ambato para entrar al Grupo de Apoyo Operacional (GAO). En 2002 participó en la localización de una banda delictiva integrada por ecuatorianos y colombianos. Cuando los detuvieron, el sargento perdió la vida por un impacto de bala.
La tragedia ocurrió hace 18 años, tiempo en el que Sonia se las ingenió para la crianza de sus dos hijos. Aprendió manualidades, artesanías, repostería e incluso costura.
Sus hábiles manos le dieron paso para crear todo lo que ha imaginado. “Me gusta resolver los problemas. He sacado adelante a mis hijos vendiendo muñecos en Navidad, arreglos florales...”, contó con orgullo. Ese mismo empeño la motivó para apoyar a la institución en donde su esposo ofreció sus servicios.
Desde el miércoles 8 de abril de 2020, Sonia y otras siete mujeres elaboran trajes de bioseguridad para los agentes que apoyan en labores de emergencia a causa de la pandemia provocada por el covid-19. Las voluntarias integran la Asociación Corazones Fuertes, conformada en 2016 y compuesta por 1.500 integrantes a escala nacional.
El miércoles último a la Dirección Nacional de la Policía Judicial e Investigaciones (DNPJ) llegó una donación de 1.000 metros de tela de la industria Vicunha y otros 1.000 metros de una empresa de Atuntaqui (Imbabura).
Los textiles fueron considerados para la elaboración de los trajes. En un principio se pensó en los tres sastres de la entidad, pero decidieron pedir ayuda a las viudas. Fue así que se contactaron con Sonia, quien invitó al resto de sus compañeras.
La labor se concentra en Guayas
El covid-19 ha dejado hasta ayer en el Ecuador 7.257 contagiados confirmados y causó la muerte de 315 personas. En Guayas se concentran la mayor cantidad de casos.
La situación obligó el despliegue de policías de la DNPJ. En la actualidad, 1.500 oficiales forman parte de la institución; 1.000 agentes están a cargo del levantamiento de cadáveres. Por parte de Criminalística, 270 gendarmes se encuentran en el Guayas; el 85% está en Guayaquil.
Pablo León Navarro, subdirector de la DNPJ, reconoció que la emergencia incrementó la demanda de esta indumentaria. Advirtió que se iniciaron los trámites para adquirir nuevos trajes, pero se requieren unidades de forma urgente, por ello resulta una gran alternativa la elaboración de las prendas.
El taller funciona en el barrio San Martín (sur de Quito) en la casa de Doris Cortez, integrante de la Asociación. Ahí se instalaron las máquinas overlok y una mesa para la confección. El trabajo se realiza por grupos. Unas arman los zapatos, otras las mascarillas y otras los delantales. En un día elaboran 50 kits que se componen de zapatos, mascarillas, overoles (delantales) con capucha.
Doris no solo facilitó las instalaciones, sino que además apoya en el diseño y confección de las prendas. Dijo que siente que su labor la cumple en honor a su esposo Manuel Ramírez, fallecido hace 17 años. Su pareja recibió el pase a Lago Agrio (Sucumbíos) como agente de tránsito. Fue asesinado en una pelea en un billar de la localidad.
Cuando Doris enviudó, aprendió corte y confección, lo que le ayudó a elaborar los trajes para los gendarmes. “Mi esposo sirvió a la Policía, ahora quise hacerlo yo. En estos tiempos hay que darnos la mano”, expresó.
El viernes 10 de abril de 2020 en el Regimiento Quito N°1, se realizó la entrega de 250 trajes de bioseguridad que fueron confeccionados por las esposas de policías fallecidos.
Apoyo a las voluntarias
La labor de las voluntarias no es aislada, advirtió Pablo León. Han cooperado las unidades de Inteligencia, de Armas, Explosivos y Municiones; de protección de Víctimas y Testigos y otras. También se hace autogestión. La Unidad de Investigación de Hidrocarburos consiguió 1.000 hilos para la confección de los trajes, mientras que otros agentes donaron víveres.
El Comandante General de la Policía, Patricio Carrillo, visitó a las voluntarias y les agradeció por su iniciativa. “En esta emergencia nuestro policías cumplen una labor muy importante por encontrarse en primera línea y estos gestos les motiva a continuar”, expresó ante las costureras.
En las cárceles elaboran ataúdes y mascarillas
Los internos de los centros de rehabilitación social también colaboran voluntariamente durante la emergencia sanitaria.
El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores del Ecuador (SNAI) anunció que reclusos de seis cárceles han iniciado la fabricación de ataúdes para las personas fallecidas por el covid-19.
A su vez, en el área de costura del Centro de Rehabilitación Social Femenino Portoviejo (Manabí), las internas iniciaron la elaboración de mascarillas para el personal que labora en el sistema de salud.
Katherine Santos, coordinadora del Centro Penitenciario, detalló que las voluntarias iniciaron esa labor el 16 de marzo. Para cumplir con el objetivo les proporcionaron tela para hacer 5.000 mascarillas. El material textil fue donado por varios ciudadanos de Portoviejo.
El diseño y hechura están a cargo de 14 internas, quienes presentaron la propuesta. En el taller hay 12 máquinas overlok con las cuales se arman 1.000 unidades a la semana.
Hasta el martes 7 de abril se elaboraron las primeras 1.000 mascarillas. De ese lote, 500 fueron entregadas al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y el resto al Hospital Regional Verdi Cevallos. Pero también está prevista la distribución de mascarillas a los agentes de seguridad penitenciaria.
Santos instó a la ciudadanía a colaborar con esta iniciativa. “Tenemos la mano de obra, nos falta la materia prima”, dijo. (I)