Aunque en la escena de las drogas a nivel mundial han aparecido sustancias perjudiciales con una regularidad constante, el sistema de fiscalización internacional de estupefacientes está fallando  ante la rapidez y creatividad del fenómeno de las nuevas sustancias psicoactivas (NSP) y el crecimiento en el consumo de las metanfetaminas (psicoestimulantes).

La advertencia es, quizá, una de las más relevantes del reciente Informe Mundial sobre las Drogas 2013, entregado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc).

Según dicho documento, más del 60% de los países señalados en el informe clasifican a las nuevas sustancias entre los tres primeros productos de uso indebido y en aumento, con riesgos aún impredecibles en un futuro cercano (en unos 10 años).

Existen indicios, señala la investigación, de que el mercado de estimulantes de tipo anfetamínico, con exclusión del “éxtasis”, se está expandiendo: las incautaciones y los niveles de consumo van en aumento en la mayoría de regiones del mundo, la fabricación parece extenderse y se están creando nuevos mercados.

En América Latina el acceso a las NSP es bajo, pero por su cercanía con EE.UU. puede ser presa fácilEn 2011 se estimó que el 0,7% de la población mundial de 15 a 64 años de edad, es decir, aproximadamente 33,8 millones de personas habían consumido esas sustancias. Sin embargo, la prevalencia de “éxtasis” en 2011 (19,4 millones de consumidores, o sea, el 0,4% de la población) fue más baja que en 2009.

La metanfetamina es el puntal del negocio de los estimulantes de tipo anfetamínico: representó el 71% de las incautaciones de esas sustancias a nivel mundial en 2011. Los comprimidos siguen siendo la presentación de tipo anfetamínico predominante en Asia Oriental y Sudoriental, región en la que fueron incautados 122,8 millones de comprimidos en 2011, aunque esa cifra supuso un descenso del 9% en comparación con 2010 (134,4 millones).

Sin embargo, las incautaciones de metanfetamina cristalizada aumentaron hasta 8,8 toneladas, que fue el nivel más alto de los últimos cinco años, lo que indica que la sustancia es una amenaza inminente.

Las NSP en el mundo

Aparentemente la fabricación de metanfetamina también se  propaga, con nuevos emplazamientos en  Rusia, Polonia y otros países. Existen también indicios de un aumento de la actividad en América Central y una mayor influencia de las organizaciones mexicanas de narcotraficantes en el mercado de drogas sintéticas de la región.

Sobre las nuevas sustancias psicoactivas (NSP), los Estados miembros a la Unodc aseguran que la lista aumentó de 166 a finales de 2009 a 251 a mediados de 2012, lo que supone un incremento de más del 50%. Incluso, por primera vez, el número de NSP superó al total de sustancias sujetas a fiscalización internacional (234).

Las NSP son sustancias de uso indebido, ya sea puras o en preparados, que no están fiscalizadas por los tratados internacionales sobre drogas, pero que pueden plantear una amenaza a la salud pública. En este contexto, el término “nuevas” no se refiere forzosamente a nuevas invenciones, sino a sustancias que han empezado a circular en mercados concretos y que tratan de imitar los efectos de drogas sujetas a fiscalización.

Estas ya constituyen, al parecer, un segmento importante del mercado. Casi el 5% de la población de 15 a 24 años de edad ya ha experimentado con NSP en la Unión Europea, lo que equivale a una quinta parte de los que han probado marihuana y la mitad de los que han consumido drogas distintas.

Las NSP también están penetrando en los países de América Latina, aunque en términos generales los niveles de uso indebido de esas sustancias en la región son más bajos que en América del Norte o Europa.