Suárez, el comandante “antiterrorista” que es visto con recelo y respeto
La designación como comandante general de la Policía Nacional de Rodrigo Marcelo Suárez Salgado, genera expectativa especialmente por su formación en lucha antiterrorista. Para algunos, eso puede ser un factor clave para enfrentar a la delincuencia común y organizada, pero para otros eso puede llevar a permitir posibles abusos de DD.HH.
Suárez, quien el pasado lunes fue elegido de entre una terna compuesta por él y los generales Wilson Alulema y Nelson Arguello, tiene 34 años de carrera policial. Fue Director nacional de la Policía Judicial y de la Escuela Superior.
Obtuvo el premio al mejor deportista cuando fue agregado policial en Colombia. Según la hoja de vida de este oficial nacido el 16 de junio de 1958 en Latacunga (Cotopaxi), cuenta con entrenamiento en antiterrorismo, defensa y seguridad hemisférica en varios países del mundo.
Bolívar Cisneros, ex comandante general de la Policía, quien conoce a Suárez, dice que “es un hombre muy operativo y, según tengo entendido, tiene su tarjeta de vida totalmente limpia, no tiene denuncias de ningún tipo, lo cual permite que haya respeto y consideración”.
Con el nombramiento de Suárez se estima que se va a continuar con las políticas para lograr bajar los índices delincuenciales en el país. “El nuevo comandante es un hombre más operativo con respecto a Patricio Franco”, según Cisneros, quien no cree que la formación antiterrorista lo lleve a permitir abusos en su lucha delictiva. “Más primará su experiencia para tomar en cuenta, primero, que debe respetar las leyes y reglamentos del país; segundo, los reglamentos institucionales; y tercero, los derechos humanos”.
César Duque, asesor Jurídico de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos en Ecuador, estima que no sólo Suárez, sino toda autoridad policial debería tener amplio conocimiento en derechos humanos y lo que señala la Constitución, para respetar y hacer respetar las leyes.
A decir de Ricardo Camacho, experto en temas de seguridad, el primer reto para Suárez es buscar el fortalecimiento de los grupos operativos de élite como GIR, GOE, UlCO y UNASE. Considera que estos grupos deberían ser los encargados de especializarse en temas antiterroristas, de minas, explosivos, etc.
Con ese criterio concuerda Cisneros, para quien, además, es fundamental que el nuevo comandante siga dando un especial empuje a la creación de más unidades de policía comunitaria y formación de las personas encargadas de la investigación criminal y científica del delito.
Para Camacho, la capacitación que los generales tienen en el tema antiterrorista, no es precisamente el tipo de conocimiento aplicable en el país, de allí que no hay qué temer. Señala que Suárez, en su nuevo cargo, tiene el reto de convertirse en el líder que necesitan los 42 mil hombres y mujeres de la institución. Casa adentro, gendarmes consultados ven a Suárez como un oficial que siempre ha sido “demasiado rígido, enojón, con poco carisma, exigente, de carácter fuerte...”. Sin embargo, ese carisma podría ayudarle a poner en práctica la Nueva Doctrina Policial, relacionada con el valor, la disciplina y la ética del gendarme.
El nuevo comandante, que pertenece a la 42va. promoción de oficiales de línea y que en 2009 recibió la Condecoración al Mérito Institucional en la orden de Caballero, es visto con expectativa porque -según expertos- en los últimos años la Policía ha carecido de líderes, hombres que estén de frente a la comunidad, que rindan cuentas. Las políticas y estrategias de seguridad que debe sacar adelante Suárez, se dice que deben estar enfocadas en la lucha contra el narcotráfico, el crimen organizado, el tráfico de personas y de armas.
Se estima que la Policía debería plantearse más convenios con países cercanos como Colombia, que viven realidades parecidas a Ecuador, así como impulsar la formación del personal en criminalística y refugiados. Eso deberá impulsarlo él, que tiene el rango de General Inspector y título de Licenciado en Administración Pública.
Asumirá la conducción de la Policía el lunes próximo. Su designación se dio basada en el artículo 17 de la Ley Orgánica de la Policía: “El Comandante General será designado por el Presidente de la República, a pedido del Ministro de Gobierno, de entre los tres generales más antiguos en servicio activo”.
Asumirá en momentos en que el grado de credibilidad de la Policía se ubica en 42%, que significa 21 puntos porcentuales más con respecto al sondeo que realizó Perfiles de Opinión el 4 de octubre de 2010, luego de la revuelta policial, que implicó que la imagen de la institución baje a los niveles más críticos de los últimos años: 21%.