Secom: Aeronave Arava "cumplía con todas las inspecciones técnicas requeridas"
“¡Siempre listos!”. Ese es el lema de la Brigada de Fuerzas Especiales (BFE) No. 9 “Patria”, unidad a la que pertenecían, en su mayoría, los 22 militares que fallecieron el martes pasado (en Pastaza) mientras realizaban un vuelo de entrenamiento para obtener su título en Jefe y Maestro de salto.
Las unidades de élite son consideradas una “reserva estratégica” dentro del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Ecuador y -de acuerdo al Comandante de la BFE Nº 9, coronel Fabián Fuel Revelo- están destinadas a realizar operaciones especiales como infiltraciones aéreas, terrestres y anfibias en situaciones decisivas, como la Guerra del Cenepa en 1995.
En aquella época, Fuel fue comandante de una patrulla. “Toda nuestra brigada participó en la gesta del Cenepa, por ello la mayoría de nuestros integrantes son considerados héroes. Fuimos los primeros en ingresar y los últimos en salir”. Actualmente, la BFE Nº 9 la integran 147 oficiales y 1.499 elementos de tropa, de los cuales 3 son mujeres: 2 tenientes y 1 cabo. Los cursos básicos que ofrecen son de paracaidismo y de comando; además de las especializaciones de Jefes de salto, Maestro de salto, Salto libre básico, Salto libre operacional, Hombre rana, Andinistas, entre otras.
Los militares de las 3 Fuerzas (Terrestre, Aérea y Naval) pueden ingresar a las unidades de fuerzas especiales si cumplen con todos los requisitos. Por ejemplo, para el curso que cumplían los militares que fallecieron se requería aprobar el de paracaidismo, comando, tener mínimo 20 saltos en paracaídas y aprobar exámenes académicos.
El Jefe de salto está capacitado para saltar en cualquier terreno y luego reagrupar en territorio a su patrulla (de 10 a 20 militares) para llevar a cabo una misión; el Maestro de salto está encargado de toda la aeronave y la planificación de la misión, de principio a fin.
Los vuelos de entrenamiento -según Fuel- se realizan normalmente en la Amazonía y Quevedo (Los Ríos) porque además de que allí se encuentran las aeronaves, el clima favorece la operación.
El avión Aravá T-201 de matrícula AEE-206, que se estrelló en Pastaza y en el que se movilizaban los 22 militares, fue fabricado en 1991 y durante los 24 años que operó en la Brigada de Aviación del Ejército, realizó un total de 6.462 horas de vuelo. Ayer, fuentes militares aseguraron que la aeronave cumplía “con todas las inspecciones técnicas requeridas, de acuerdo al Manual de Mantenimiento, lo que garantizaba su aeronavegabilidad”. Según datos de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), en los últimos 3 años se han producido 25 accidentes aéreos en la Amazonía ecuatoriana y 66 a nivel nacional (ver cronología).
El paracaidismo en Ecuador
El 29 de octubre de 1956 se realizó el primer salto de paracaidismo militar en el país, como una especialidad para el combate. Su propulsor y el primer comandante del Escuadrón de Paracaidistas fue el coronel Alejandro Romo Escobar.
Las fuerzas especiales datan de la Segunda Guerra Mundial. En el país tuvieron gran protagonismo durante la Guerra del Cenepa, en 1995.
Otra de las funciones de las unidades élite es la ayuda a la Policía Nacional e instituciones del Estado. Por ejemplo, la BFE Nº 9 tiene jurisdicción en Cotopaxi y Los Ríos, provincias en las que ha dado apoyo a la Secretaría Nacional de Riesgos y a los comités de operaciones especiales ante la alerta amarilla del volcán Cotopaxi y el fenómeno de El Niño. Asimismo, ha colaborado con el Ministerio de Salud en las fumigaciones para evitar la propagación de los virus chikungunya y zika.
La BFE Nº 9 es una de las 10 unidades élite que existen en el sistema de fuerzas especiales del país (ver infografía).
Forman parte de la misma el Grupo de Fuerzas Especiales Nº 25 Base Sur; Grupo de Fuerzas Especiales Nº26 Cenepa; Grupo de Fuerzas Especiales Nº 27 General Miguel Iturralde; Comando de Apoyo Logístico Nº9 y el Grupo Especial de Operaciones Ecuador (GEO) que contrarresta el terrorismo.
Los militares que deciden ingresar a la unidad élite lo hacen desde el grado de subteniente y construyen su carrera militar en fuerzas especiales. “Cuando escogemos la carrera -dice Fuel- estamos conscientes de que se trata de una profesión de alto riesgo. Siempre estamos preparados para cualquier misión” (I).
Entre las víctimas está un rescatista de Rafael Correa
Ayer se cumplieron los últimos actos para homenajear a los 22 militares fallecidos el pasado martes en la provincia de Pastaza.
En Quito, en el campo santo Monte Olivo, se ofrecieron misas para el capitán Luis Bolaños, el capitán Darwin Viteri, el teniente Daniel Pallo, y el teniente coronel Santiago Apolo.
Este último se destacó dentro de su rol como soldado, pues ofreció apoyo para el rescate del presidente Rafael Correa, quien se encontraba en el hospital de la Policía, durante los disturbios del 30 de septiembre de 2010. El resto de militares fue trasladado a sus ciudades natales.
En el auditorio del Municipio de Milagro, por ejemplo, se levantó una capilla ardiente en honor al infante de Marina, Freddy Acosta Sánchez. En cambio, al sur de Guayaquil, fue enterrado el cabo primero, Luis Ramírez Lozano, en el cementerio Jardines de la Esperanza.
En tanto que, en la Base Aérea Simón Bolívar, se rindieron honores fúnebres a los restos del cabo segundo Exon Mendoza Rendón, quien por ley recibió el ascenso pos mórtem a sargento segundo.
Mientras se llevaban a cabo todos estos actos, el Concejo Metropolitano de Quito inició una sesión extraordinaria para analizar la entrega de la condecoración Marieta de Veintimilla Pos Mórtem a los 22 militares fallecidos.
Al cierre de esta edición, el Concejo iba a entrar a debate. (I)