Sala llamó a juicio a presidente de directorio de clínica por muerte de francesa

La Segunda Sala de Garantías Penales de la Corte Provincial llamó a juicio a Francisco López, presidente del directorio de la Clínica Pichincha, por la muerte de la científica francesa Charlotte Mazoyer.

Luego de cuatro años, los familiares de la joven europea lograron que López sea convocado a juicio en calidad de autor por el presunto delito de negar atención médica a la ciudadana que ingresó a la unidad hospitalaria en estado de gravedad crítico, según lo determina el artículo 13 de la Ley Orgánica de la Salud.

El recurso fue solicitado por el fiscal Fabián Almeida, quien alegó que López no dio las garantías médicas para atender a la francesa Charlotte Mazoyer, fallecida en Quito en 2009, luego de ser impactada por una bala en el pecho durante un asalto.

Almeida mencionó que dentro de la administración de la clínica se cometieron tres omisiones: el primero, la casa de salud no contaba con un cirujano cardíaco para realizar ese tipo de cirugías. El segundo, la operación se efectuó por parte de un experto a nivel abdominal. El especialista fue el doctor Carlos López, quien ya fue llamado a juicio por el Juzgado Décimo Tercero de Garantías Penales.

El tercero, la atención no fue inmediata puesto que el personal exigió que se presente un boucher antes de recibir a la paciente.

Las versiones del fiscal fueron corroboradas por Emiliano Donoso, abogado de Bernard Mazoyer (padre de la fallecida), quien añadió que los amigos de la ciudadana extranjera señalaron que las autoridades de la Clínica exigieron este comprobante.

Reinaldo Zambrano, defensor de López, aseguró que la joven fue atendida oportunamente por los médicos y que esto habría quedado comprobado en grabaciones de las cámaras de seguridad.

Mazoyer era técnica del Instituto de Investigación para el Desarrollo de Francia (IRD). Fue interceptada por delincuentes mientras caminaba por el sector de Guápulo, al oriente de Quito.  Uno de los delincuentes quiso obligarla a arrodillarse, pero la extranjera se negó y recibió un disparo en el pecho.

Inmediatamente fue traslada a la clínica Pichincha, al norte de Quito, pero presuntamente no fue atendida hasta hora y media después, cuando uno de los amigos de la extranjera presentaron una tarjeta de crédito para garantizar el pago del tratamiento. Poco después perdió la vida. Su familia inició una demanda contra la institución por negligencia.