La Policía Judicial informó que este jueves 3 de septiembre, en el área de bienes de la Contraloría del Estado, edificio de la calle Juan Montalvo, se detectó un robo. En el séptimo piso, el sargento Jorge De Santos Espinoza reportó la sustracción de partes de computadoras. Luego, la especialista de bienes, Susana Marisol Ramírez Rodríguez, manifestó que la última vez que ellos llegaron a laborar fue el lunes 31 de agosto desde las 10:30 hasta las 11:00 y que habían dejado las oficinas con las debidas seguridades, pero que este jueves llegaron a las 09:00, observaron novedades y llamaron al ECU-911.

En la inspección se comprobó que cinco CPU estaban desarmados, sin tarjetas de memoria, discos duros y procesadores. Además habían desaparecido dos computadores portátiles, marca Dell, un disco duro externo y un teléfono convencional.

Según la Policía, en el lugar se observa que no cuenta con circuito cerrado de cámaras de videovigilancia y que en todo el edificio poseen un solo conserje que reside en el área de parqueaderos.

Se verificó que las seguridades de una de las puertas de acceso al lugar fueron forzadas, aunque las demás oficinas no presentan novedad.

Por las circunstancias del hecho, se solicitó apoyo a la Unidad de Criminalística. El teniente Francisco Paredes realizó la inspección ocular técnica en presencia del capitán José Flores, Jefe de Control del Distrito Manuela Sáenz.


Contralor representó a Ecuador en sesiones preparatorias de la ONU sobre corrupción 

El contralor del Estado, Pablo Celi, representó al Ecuador en la Conferencia Preparatoria de la Asamblea de las Naciones Unidas contra la Corrupción. Durante su ponencia explicó los desafíos que enfrentan las entidades fiscalizadoras para resguardar los bienes públicos y los avances alcanzados en materia de cooperación regional.

Desde su experiencia como autoridad, reveló los retos y el rol que deben asumir los organismos de control -particularmente de la región- para resguardar el interés público de las diversas formas de corrupción.

Aseguró que, en momentos críticos, la respuesta de los Estados es insuficiente por la debilidad y deficiencias en los sistemas de control y gestión. Los sectores
afectados son las compras públicas para salud, recursos estratégicos para el desarrollo, paquetes de rescate económico y programas financiados con
asistencia internacional.

“La eficiencia de las entidades fiscalizadoras depende de la independencia que tienen para auditar las operaciones del sector público, aplicando el control preventivo, concurrente, posterior y continuo” dijo.

Además señaló que, los Estados deben garantizar el ejercicio autónomo de estas facultades a través de normas y estructuras institucionales robustas, con los medios necesarios para examinar la asignación de recursos, contratación, ejecución contractual, destino de bienes y servicios, beneficiarios, sostenibilidad, legalidad de procedimientos y solvencia de proveedores; transparencia y acceso ciudadano a la información de los procesos contractuales.

Según el contralor Celi, otro factor que potencia a las entidades fiscalizadoras superiores es la cooperación multilateral. Los foros regionales y mundiales impulsan la aplicación de medidas preventivas. (I)