Registro de armas facilita la solución de crímenes
Desde el 2008, el Departamento de Criminalística de la Policía Nacional ha registrado en el territorio nacional 64.448 vainas y 16.973 balas de armas involucradas en diversos delitos y pertenecientes a personas autorizadas para portarlas.
El departamento cuenta con un Sistema Integrado de Identificación Balística (IBIS, por sus siglas en inglés) que sirve para el registro de diferentes armas de fuego.
El trabajo de este departamento aporta datos contundentes a los investigadores de campo, en este caso a la Unidad de Homicidios. Dicha información permite correlacionar los casos que han ocurrido con similares características.
El último hecho en el que los agentes de Criminalística ayudaron a solucionar un crimen fue con la correlación del arma que se utilizó para asesinar al empresario quiteño Francisco Espinoza, hace algunos meses en el sector Miravalle.
El mayor Patricio Freire, jefe de la unidad policial, indicó que diez personas son encargadas de registrar en el sistema los artefactos involucrados en distintos actos violentos ocurridos en el país.
“La Policía envía dos vainas y dos balas para el análisis”, explicó el oficial. “El primer paso es realizar una limpieza de cualquier adherencia que pueda impedir la lectura digital. Luego se anotan los datos como el calibre, el casco y el remitente de la evidencia... hecho esto se la coloca en el extractor llamado Abstrax para dar inicio a la digitalización”, manifestó el oficial.
Después de registrarse la característica de la evidencia, como huellas, deformaciones o estrías, el segundo paso está a cargo de la máquina denominada Matchpoint, en la que se realiza el cotejamiento de la nueva evidencia con la que ya se encuentra registrada.
El tercer paso es establecer la posible correlación con casos anteriores, lo que permitirá aseverar o desvirtuar cualquier hipótesis de los investigadores.
El cabo Segundo Xavier Chasi y el cabo Primero Edison Murillo trabajan dos años en el departamento y son los encargados de registrar las balas y cotejarlas en la base de datos.
Chasi informó que con las balas el procedimiento es similar, se ingresan los datos principales para luego colocar la evidencia en la máquina llamada Buletrax, que toma una serie de microfotografías mientras el proyectil gira.
El ingreso de vainas en la ciudad de Guayaquil es de 14.832 y 5.208 balas, mientras que en Quito es de 49.616 vainas y 11.765 balas.
Freire señaló que en los registros constan tanto el armamento de las empresas de seguridad como el incautado en los operativos ejecutados por la institución del orden.
En relación a las armas decomisadas, estas son guardadas en el centro de acopio a través de una cadena de custodia de evidencias.
Desde medicina legal también se reciben balas que han sido extraídas de cadáveres, y por último el arsenal policial que se encuentra dentro del proceso de recalificación (el 50% ya fue registrado).
En este proceso también cuentan con la Revisión Ocular Técnica, lo cual significa que los peritos acuden al lugar de los hechos en los que están involucradas armas de fuego para realizar el levantamiento de vainas y balas.
Sin embargo, las vainas y balas que provienen de armas artesanales no pueden ser digitalizadas, pues carecen de estriado y no tienen valor pericial. Pero sí hay un registro físico de estas armas.