La Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) con sede en Azuay informó ayer que 243 menores han sido rescatados de 45 fiestas sin permiso desarrolladas en Cuenca, en lo que va del presente año, como medida que busca alejar a los jóvenes del consumo de licor.
Juan Pablo Jara, agente de la Dinapen, indicó que en el último operativo, desarrollado el pasado fin de semana, alrededor de 300 personas se encontraron en una fiesta, cuyo ingreso era pagado y en la cual se destinó un espacio donde se encontraban 45 menores consumiendo licor y fumando cigarrillo.

A pesar de que el número de menores encontrados es alto, no todos ingresan a los registros de la Dinapen, ya que la mayoría son entregados a sus padres apenas se procede a su detención, y aquellos que no son retirados por sus progenitores forman parte de la estadística.

Así lo explicó el oficial, quien agregó que los operativos para dar con este tipo de fiestas, llamadas ‘matinés’, es amplio, ya que los organizadores utilizan las redes sociales para promocionarlas y buscan lugares en las zonas periféricas para desarrollarlas.

Jorge Cabrera, intendente de Policía de Azuay, indicó que en el último operativo se encontró licor, pipas para fumar y golosinas empapadas en licor, las que podían ser consumidas por los menores de edad, quienes no debían estar en el lugar y en horario no establecidos, generalmente de 14:00 a 18:30.