Primer ministro japonés plantea reforma de constitución pacifista
La Constitución pacifista de Japón no ha sido modificada en 70 años. Los nacionalistas, a favor del cambio y encabezados por el jefe del gobierno, se preparan para una nueva ofensiva aprovechando las crecientes amenazas de Corea del Norte.
Esta Carta fundamental, dictada por la ocupación estadounidense tras la derrota japonesa en la Segunda Guerra Mundial y que entró en vigor el 3 de mayo de 1947, es considerada por los nacionalistas como una humillación.
“El momento ha llegado”, declaró el lunes pasado delante de 1.000 personas el primer ministro Shinzo Abe, durante un discurso dirigido a los partidarios de la reforma. “A lo largo de este año vamos a dar un paso histórico en nuestro gran objetivo de la revisión constitucional”, afirmó
Los seguidores del cambio tienen en este momento su “mejor oportunidad” para conseguir sus fines, manifestó Kenneth Ruoff, profesor de historia de Japón en la Universidad de Portland, Estados Unidos. Los partidos favorables a la modificación están en situación de constituir la mayoría de dos tercios en ambas cámaras, necesaria para realizar las modificaciones. No obstante, estas serían sometidas a referéndum, un obstáculo mayor.
‘Línea de fractura’
Para la mayoría de japoneses, el artículo 9 de la Constitución, que está consagrado a la renuncia ‘para siempre’ a la guerra, es controvertido: pasa página al imperialismo y las atrocidades del Ejército japonés antes y durante el conflicto (Segunda Guerra Mundial), así como del horror de las bombas atómicas arrojadas por la armada estadounidenses en agosto de 1945 sobre Hiroshima y Nagasaki.
Los nacionalistas, por su parte, estiman que sus defensores están peligrosamente desfasados en relación con la realidad geopolítica actual, señalando por ejemplo los programas nucleares y misiles balísticos de Corea del Norte.
“La línea de fractura de la política japonesa pasa por la Constitución”, resumió Ruoff.
El Partido Liberal Demócrata (PLD), en el poder de forma casi ininterrumpida desde 1955, no esconde su voluntad, desde hace tiempo, de reformar el texto. El mismo Abe, ligado a este proyecto, ha prometido volver la ley fundamental más compatible con los valores japoneses y no con los típicamente conservadores, como otorgar más importancia a las obligaciones que a los derechos o a la familia que al individuo.
Respecto al artículo 9, es poco probable que los conservadores acepten su retirada. Más bien avalan un cambio en los términos empleados, consignando el reconocimiento de las fuerzas de autodefensa en tanto un ejército y una clara afirmación del derecho de Japón a defenderse.
La Constitución nunca ha sido modificada pero sí interpretada para mitigar ciertas limitaciones, como ocurrió en septiembre de 2015 con leyes que permiten, en teoría, a las fuerzas de autodefensa apoyar a un aliado en dificultad en el extranjero.
Manifestaciones
Decenas de miles de personas se lanzaron entonces a las calles, hecho bastante raro en Japón, para protestar. Los juristas y universitarios denunciaron una violación de la ley fundamental. Abe, por su parte, apeló a la necesidad de protegerse del creciente poder de China y de una amenazante Corea del Norte.
En una de las primeras puestas en marcha de estas nuevas leyes, Japón desplegó el lunes su mayor barco de guerra para escoltar a los buques de abastecimiento norteamericanos en un momento en que las tensiones se exacerban en la península coreana.
Aunque los sondeos muestran que la gran mayoría de los japoneses están inquietos por los misiles norcoreanos, que caen cada vez más cerca de su archipiélago, se muestran menos uniformes sobre la revisión del artículo 9.
Las posiciones podrían bascular a favor de una reforma, si un misil alcanzara el país.
“Si un misil nos pasa por encima y cae realmente sobre nosotros, las cosas podrían cambiar de forma espectacular”, declaró Keizo Kubota, empleado de una oficina, después de visitar con motivo de la celebración de la Constitución el 3 de mayo una exposición dedicada a este texto fundamental.
Abe pide acciones al G8 frente a Pyongyang
El primer ministro japonés Shinzo Abe estimó “absolutamente inaceptable” el lanzamiento de un misil balístico por parte de Corea del Norte, que finalmente fue fallido.
Este lanzamiento supone una “seria amenaza para nuestro país”, añadió durante una rueda de prensa en Londres, un día después de su reunión con la primera ministra británica Theresa May.
Abe lanzó un llamamiento a la comunidad internacional, especialmente a China, para “mostrar su solidaridad” elaborando una respuesta.
“Hay una gran crisis que amenaza la paz y la prosperidad del mundo”, declaró una vez finalizada su visita de tres días a Rusia y Reino Unido. “Pese a las duras advertencias de la comunidad internacional, Corea del Norte procedió hoy a lanzar un misil balístico”, lamentó.
“Esto constituye una seria amenaza para nuestro país, es absolutamente inaceptable. Condenamos firmemente esta actuación (...) nuestro país será determinado en la respuesta”, manifestó.
Pyongyang llevó a cabo el sábado pasado el lanzamiento de un misil balístico, que resultó ser fallido, en respuesta aparente a una llamada de Estados Unidos a la ONU para frustrar la ‘amenaza nuclear’ norcoreana con un refuerzo de sanciones internacionales.
Abe aseguró que los dirigentes del G7, que se reunirán en Italia durante mayo, “tienen la gran responsabilidad”, de responder a esta amenaza. (I)