El extranjero acusado de asesinar a un taxista en Ambato, provincia de Tungurahua, fue hallado muerto en una celda del Centro de Rehabilitación Social (CRS) Regional de Latacunga, en Cotopaxi.

Juan DeHowit, gobernador de Tungurahua, informó que funcionarios encontraron el cadáver mientras repartían la comida. 
“Es menester de nosotros poderles informar que el presunto asesino ha optado por quitarse la vida”, indicó durante una rueda de prensa.

El hallazgo ocurrió después de que el acusado, identificado como Jackson David Rangel Guzmán, compareciera a las 09:00 a la audiencia de evaluación y preparatoria de juicio. El ciudadano no fue sacado de confinamiento sino que asistió a través del sistema de videoconferencia desde la cárcel.

En un comunicado de la Gobernación de Tungurahua consta que la audiencia se desarrolló con total normalidad. “La Fiscalía presentó todas las pruebas obtenidas, entre estas la pericia psicológica forense que determinaba que el ciudadano procesado no padecía de ninguna patología”, reza el escrito.

Además, se precisa que el informe tenía como finalidad alguna justificación del accionar del ciudadano, ya que la defensa pretendía alegar que no actuó con conciencia y voluntad.

La fiscal de la Unidad de Garantías y Personas, Susana Llumiquinga, encargada de la investigación, presentó las pruebas y solicitó que se le imponga la máxima pena de 34 años de privación de la libertad.

Al finalizar la diligencia, el juez Fabián Altamirano dictó procedimiento de auto de llamamiento a juicio en contra de Rangel.

Mientras se desarrollaba la diligencia, afuera de la Unidad Judicial miles de taxistas se congregaron con pancartas para exigir justicia por el crimen de Manuel Alarcón, quien tenía 54 años.

El asesinato del taxista ocurrió el 3 de mayo pasado, en el sector La Delicia (Ambato), y quedó grabado por las cámaras de seguridad de la unidad que conducía la víctima. El individuo le propinó aproximadamente 16 puñaladas. (I)