En medio de dolor y consternación, amigos y familiares dieron ayer el último adiós a Nilo David Guillén Palma, cabo segundo de Policía, fallecido durante la captura de un antisocial, la noche del pasado miércoles en el cantón El Carmen, Manabí.

Por dos días el cuerpo del agente fue velado en su domicilio de El Florón 3 del mencionado cantón, ubicado al este de Portoviejo.

Y se lo hizo hasta las 13:00 de ayer, en que personal protocolar de la Policía Nacional retiró el féretro.

Pesar e indignación invadieron el ambiente del lugar. Allegados al gendarme y muchos compañeros se hicieron presentes para expresar sus condolencias a la familia del policía, quien deja en la orfandad a cuatro niños.

El ataúd fue movilizado hasta el Comando de Policía con todos los honores del caso. A las 14:00 se ofreció una misa de cuerpo presente; después, se cumplió con el traslado de sus restos hasta el Cementerio Jardines de Manabí y a las 16:00 se llevó a cabo la sepultura. 

Guillén Palma, de 31 años, fue el tercero de los hermanos de la familia.

Apenas cumplió 23 años cuando ingresó a la Escuela de Formación La Esperanza y se graduó como policía el 15 de febrero de 2011.

El agente también se especializó en el XXVII Curso de la Policía Judicial y V internacional, en julio de 2014.

Patricio Carrillo, comandante general de la Policía, resaltó la vocación del agente y destacó el rol que cumplió  en las filas policiales. 

Durante su trayectoria profesional, Guillén Palma tuvo una condecoración al mérito profesional “Gran Oficial” por su labor al servicio de los ciudadanos.

Asesino tiene antecedentes
En nueve años de servicio, el gendarme cumplió funciones en las áreas preventiva e investigativa en Guayas y Manabí.

Los dos últimos años trabajó en la Policía Judicial de El Carmen, jurisdicción en donde perdió la vida al tratar de interceptar a un individuo que caminaba por la calle portando un arma.

El sospechoso es Jairo Javier P. T., un ecuatoriano de 38 años que era buscado por la Policía por presunta participación en varios robos.

El último fue ejecutado hace dos semanas contra el conductor de un camión.

La noche del pasado miércoles, Guillén Palma y su compañero Rodrigo Antonio R. G. iniciaron la persecución al antisocial en el kilómetro 38 de la vía a Chone.

El individuo puso resistencia para presentar su identificación. En ese instante el sospechoso disparó contra el cabo segundo, quien murió en el acto.

Su compañero sufrió un impacto de bala en el hombro por lo que fue trasladado a Guayaquil. Debido a la herida se programó una intervención quirúrgica.

Según la base de datos de la Policía,  Jairo Javier P. T. registra tres detenciones por delitos flagrantes: en septiembre de 2016; abril de 2017 y mayo de 2018.

Búsqueda y captura
Unidades motorizadas y efectivos de Aeropolicial realizaron un barrido de la zona donde se produjo un cruce de balas. El hombre resultó herido con cinco disparos.

En su intento de escape  arrojó el revólver. No obstante, al día siguiente del hecho, un equipo de agentes realizó una búsqueda hasta localizar el arma, que fue puesta bajo cadena de custodia como elemento que se usará en contra del delincuente.  

El coronel Pablo  Ramírez, comandante de la Subzona Manabí, informó que se dará seguimiento a la respectiva audiencia de flagrancia y formulación de cargos en contra del detenido.

La ministra de Gobierno, María Paula Romo; el viceministro de Seguridad, Patricio Pazmiño; el comandante general de la Policía, Patricio Carrillo y el gobernador de Manabí, Tito Nilton, llegaron al domicilio del policía para dar las condolencias a los familiares. (I)

Evitar que la justicia sea “puerta giratoria”
La ministra de Gobierno, María Paula Romo, expresó su preocupación porque el autor del asesinato del policía estaba en libertad, a pesar de tener antecedentes penales.

“Todos los procesos están ahí, nunca ha sido sentenciado y, precisamente, la Policía lo buscaba por presumir que era el autor de nuevos hechos delictivos que atemorizaban a la ciudadanía en Portoviejo”, dijo.

Para la secretaria de Estado, el trabajo de la justicia resulta insuficiente cuando los delincuentes no reciben una sanción, y de esa forma el sistema judicial es como “puerta giratoria, donde la gente entra y sale cada vez más especializada”.

“Hay que preguntarnos qué pasa con la Función Judicial, qué pasa con el sistema de rehabilitación”, subrayó.

La funcionaria reconoció que lamentablemente este tipo de desenlaces forman parte de la labor policial.

Por ello ratificó el respaldo al trabajo valiente y sacrificado que cumplen los agentes.

“La Policía cuando se gradúa hace un juramento para proteger a la población, para cumplir y hacer las cumplir las leyes. La parte final del juramento dice “Ofrendar mi vida si fuera necesario”, recordó, en medio de consternación por el hecho. (I)