Los operativos para erradicar la venta de productos de bioseguridad adulterados, sin registro o mala calidad se incrementaron en abril.

¿La razón? Se detectó mayor recurrencia en la venta irregular de artículos de sanidad, aprovechando la emergencia sanitaria y la necesidad ciudadana de contar con estos productos.

La Policía Judicial localizó dos puntos de distribución. Uno de ellos, en Loja.

Miguel González, miembro de la Unidad de Delitos Aduaneros y Tributarios (UDAT), informó que se identificó un inmueble en donde había gel antiséptico y alcohol adulterado.

González explicó que los administradores de los artículos no presentaron los registros sanitarios, lo que evidenció que eran productos irregulares.

“Se presume que iban a ser comercializados en las diferentes tiendas y mercados del cantón”, reiteró.

En el lugar hubo otros implementos como mascarillas e insumos médicos.

El material encontrado está valorado en $ 15.000.

Otro de estos puntos de venta ilegal está en Otavalo (Imbabura). El lugar fue intervenido por la comisaria Lilibeth Ayala.

Óscar Franco, también integrante de UDAT, informó que hay familias que acumulan los productos en sus casas.

Las autoridades descubrieron una vivienda en donde se descargaban materiales para elaborar los productos (cloro, amonio, jabón líquido, etc.).

Los agentes no descartaron que se trate de una bodega desde donde se distribuía el producto.

La venta de implementos adulterados no es un delito aislado. A inicios de este mes, cinco extranjeros fueron detenidos en Quito por vender gel adulterado.

Joan Luna, jefe de la Unidad de Delitos Aduaneros y Tributarios, informó que esta acción constituye una falta al artículo 217 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que sanciona la fabricación y venta de productos falsos. (I)