“Ladrón agarrado, ladrón linchado” advierten en San Antonio de Pichincha (noroccidente de Quito).

Los moradores de la parroquia están cansados de los constantes asaltos a transeúntes y dueños de los locales. Según María (nombre protegido), moradora del sector, los robos son diarios y sin distinción de horas.

“Asaltan tanto en la mañana como en la noche. No permitiremos que nuestra parroquia sea un nido de delincuentes”.

La paciencia de los moradores de la zona terminó el miércoles 1 de mayo cuando un joven fue asaltado, a las 20:00, en el mercado de San Antonio. Cinco antisociales, entre ellos dos menores de edad, con armas blancas intentaron quitarles sus pertenencias.  El joven fue herido y pidió auxilio a los moradores, quienes salieron a auxiliarlo.

Los delincuentes corrieron por la calle 13 de Junio, pero más moradores los cercaron y ellos se metieron a los baños de un restaurante de venta de pollos. Armados de palos y piedras intentaron darles un escarmiento.

Personal de las unidades de Mantenimiento del Orden (UMO) y de la Policía Comunitaria (UPC) intervino calmando a los moradores.

Según el parte policial, los moradores “querían hacer justicia con mano propia”.

Más de 300 personas obstaculizaron la vía pública.

La Policía ingresó al restaurante y abrió los baños, en donde los antisociales se habían escondido.

Se realizó un registro corporal minucioso, pero el arma había sido arrojada. Los cinco detenidos son ecuatorianos y entre ellos hay dos menores: de 14 y 16 años.

En el operativo se capturó a Edwin Alexánder R. A., de 19 años; Reinaldo Fernando S. C., de 20 años; Lenin Andrés A. C., de 19 años; Joselyn Odalis L. O., de 14 años, y Joselyn Lizbeth M. M., de 16 años. Ellos fueron trasladados a la Unidad de Flagrancias y se los investiga por delincuencia organizada. Se les dictó prisión preventiva.

Los robos son constantes
Gloria tiene un local comercial cerca de la zona. Le han robado más de seis veces en lo que va de este año. Los delincuentes, según la mujer, le han amenazado con tijeras y esferos. “Me das todo lo que tienes”, le dijeron.

Ha perdido más de $ 600 en ganancias. “La zona está muy insegura”, dice, sobre todo en la calle 13 de Junio e Intiñan.

En este lugar, la moradora asegura que en las noches hay traficantes de droga y también “chulqueros”, en su mayoría, colombianos y venezolanos. “Exigimos más control en las noches”.

Este criterio es compartido por Mariana, otra moradora del sector, quien sostiene que los asaltos a transeúntes son comunes en esa esquina. En su local comercial colocaron cámaras de seguridad para protegerse.

Sobre la banda que fue detenida el miércoles pasado, Mariana cuenta que dos de las chicas arrendaron, primero, un departamento en el barrio Museo Solar. Luego llegó el resto de jóvenes, pero por los constantes problemas los dueños de casa les pidieron el departamento.

Más de 30 vecinos del lugar se reunieron y colocaron alarmas comunitarias.

Rosa asegura que no permitirá que la inseguridad se apodere del lugar. Cuenta que la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) de Rumicucho pasa cerrada y que la única que tienen es la del Kartódromo, cerca del monumento y a una distancia de 5 km.

Jorge Melo, de la Agencia Metropolitana de Tránsito,  también pide mayor coordinación con la Policía, puesto que en algunos casos han acudido a la UPC de Rumicucho y esta permanece cerrada. Según el agente, los padres piden protección para sus hijos a las afueras de los colegios por el expendio de drogas en el lugar. 

La Policía fortaleció los controles en el lugar. Más de 30 agentes trabajan en la seguridad ciudadana de los moradores del lugar. (I)