La audiencia de juzgamiento en contra del teniente Hernán Salazar, acusado de tentativa de asesinato por la Fiscalía, por presuntamente haber disparado una bomba lacrimógena durante una protesta estudiantil, en la que resultó herido en la cabeza el estudiante Edison Cosíos, se reinstalará el próximo 8 de octubre, luego de que en días anteriores el fiscal del caso Henry Estrada, pidiera diferimiento de la diligencia.

El ex uniformado, anunció la presentación de nuevas evidencias con respecto a los hechos ocurridos el 15 de septiembre del 2011.

Según Salazar, la nueva evidencia es el informe de criminalistica de la Policía, que determinaría en dos pericias de identificación solicitadas por la defensa, se establecería que la cicatriz que el Tnte. Salazar tiene en el brazo, no coincide en ubicación y diámetro, con la cicatriz, que se fotografió en el brazo de la persona que supuestamente realizó el disparo. “tampoco se encontraron similitudes fisionómicas entre el rostro del supuesto agresor y del procesado”, dice el informe.

Xavier Mejia, abogado del uniformado, manifestó que de acuerdo al Departamento Médico Legal de la Fiscalía, la acción traumática que dejó a Edison en estado vegetal, fue producida por un cuerpo contundente, pero no especifica que objeto. Señaló además más de 200 policías estuvieron presentes el día de la protesta.

Otra de las pruebas sería que el uniformado es zurdo, por lo que no pudo haber disparado el arma que hirió a Edison, pues en las fotografías que aparentemente lo incriminan, la persona dispara con la mano derecha. Salazar, dijo que ese día le entregaron 20 bombas lacrimógenas de corto alcance y que no es posible que a una distancia de 64 metros haya podido alcanzar a herir al estudiante. 

Las pruebas serán presentadas en la audiencia que se llevará a cabo en el Tribunal Séptimo de Garantías Penales de Pichincha.