Personas privadas de la libertad muestran sus dotes musicales en evento artístico
Henry Aristega no veía a su hija Stefanie desde hace tres años. Ella permanece privada de su libertad, pero la mañana de hoy salió un par de horas del Centro de Rehabilitación Social (CRS) femenino de Guayaquil para presentar el resultado de los ensayos diarios con su grupo artístico 'Prisioneras del amor'.
"No la he ido a visitar a la cárcel porque sino me quedaría ahí adentro con ella", expresó el progenitor con la incertidumbre de cómo reaccionaría ella al verlo después de tanto tiempo. "Desde pequeña mostró esos dotes de artista, para mí su voz es la mejor".
Stefanie, subió al escenario y con la soltura que la caracteriza contó que lleva un año y diez meses en el penal. "Cómo he cambiado. Antes creía que la felicidad se compraba con dinero, la ambición me consumió y terminé en el lugar donde ahora estoy. Al estar encerrada pensé que hasta ahí llegaría mi vida, pero Dios es experto en cambiar lágrimas en alegrías y problemas en bendiciones y este grupo es una de aquellas".
Él se paró a aplaudirla, pero ella no lo vio hasta el final del evento cuando ya tenía que regresar tras las rejas.
Solistas, dúos y grupos de cantantes de los tres recintos penitenciarios de Guayaquil (dos masculinos y uno femenino) interpretaron en el auditorio Enrique Gil Calderón de la Casa de la Cultura algunas de las canciones que grabaron en un disco compacto.
El auditorio lucía lleno, no solo de familiares, sino también de los agentes que preservaban la seguridad. Abajo había más policías cerca de los carros especiales en el que son trasladados los internos.
Rosana Alvarado, ministra de Justicia, Derechos Humanos y Cultos, precisó que esta es la tercera producción que se realiza en los recintos penitenciarios y que la música es una de las herramientas fundamentales para la rehabilitación.
"Es un justo presenciar un trabajo fruto del esfuerzo del Estado, pero sobretodo de los privados de la libertad. Para esto contamos con el apoyo de los ministerios de Educación y Cultura. Queremos que poco a poco existan mejores condiciones y más interesados en estas iniciativas".
Mario, un privado de la libertad del CRS Regional Guayas N.8, manifestó que dentro del penal-precisamente en el área de mínima seguridad- hay un estudio de grabación donde realiza la producción.
El ciudadano lleva seis años preso por delito relacionado con drogas y en dos o tres semanas iniciará el régimen semiabierto. El grupo en el que canta se llama La Clave y asegura que pese a que varios integrantes regresan a sus casas no desaparecerá.
"Hay otros compañeros que están preparados para reemplazar. Aquí ninguno de nosotros sabía tocar instrumentos y mírenos ahora", expresó.
El colombiano Sósimo es quien cuida que el sonido esté impecable para cada presentación. "Las canciones nacieron del alma, entre rejas, pero hoy se hacen libres. La persona que las escribió ya recuperó su libertad hace tres días".
Daniel Tubay, promotor cultural del CRS, explicó que frecuentemente se realizan audiciones en el penal. "Hace dos años tenemos una escuela de música para enseñarles a los que desean aprender. Por ahí han pasado más de 100 privados de libertad, algunos ya están libres. Ahora 'La Clave' tiene 15 integrantes y queremos que sea un orquesta completa". (I)