Pederasta indultado solo cumplió 2 años de cárcel
Murcia, España.- El padre de una niña española presentó ante la Guardia Civil una denuncia contra el pederasta Daniel Galván, condenado en 2011 en Marruecos a 30 años de prisión por abusar de once niños menores de edad (entre 2 y 14 años), indultado por error en dicho país y que ya fue detenido en España.
El padre de la menor, residentes ambos en la localidad de Torrevieja, en la provincia española de Alicante (este), presentó la denuncia el lunes y en ella acusa al sujeto de “abusos sexuales” contra su hija.
Los hechos ahora denunciados se produjeron hace unos años, coincidiendo con un período en el que Galván, de 64 años y de nacionalidad española, residió en este municipio de la costa alicantina, donde, según otras fuentes, tiene una vivienda.
Galván, detenido el lunes en Murcia (sureste) tras ser revocado su indulto en Marruecos, ingresó ayer en la cárcel de Soto del Real, cerca de Madrid, tras prestar declaración en la Audiencia Nacional española ante el juez Fernando Andreu, que ha pedido su prisión provisional ante el riesgo de fuga y la gravedad de la pena impuesta.
El juez aceptó así la petición del fiscal Pedro Martínez Torrijos tras tomar declaración durante tres cuartos de hora a Galván, que se ha negado a ser extraditado y ha invocado su arraigo en España por sus amistades y por tener una casa en Torrevieja (Alicante).
DATOS
Galván fue condenado en 2011 en Marruecos a 30 años de cárcel por abusar de 11 menores de edad (entre 2 y 14 años).
Aunque se desconoce la mayoría de los capítulos de su vida, siempre fue un hombre muy reservado. Se sabe que fue militar en Irak y que se trasladó a España en 1976.
En Kenitra, norte de Marruecos, Galván se hizo popular por sus fiestas infantiles, a las que solía invitar a los hijos de sus vecinos. Durante su juicio, admitió que le fue fácil abusar de los niños porque “no cuestan caro y todo se consigue con dinero”.Las autoridades españolas analizarán estos días si cabe o no su extradición a Marruecos. El juez considera, sin embargo, en el auto de prisión que Galván “carece de arraigo, familiar, social económico o de otro tipo”, que neutralice la tentación de ponerse fuera del alcance de la justicia marroquí.
Recuerda en su resolución que fue detenido en un hotel de la ciudad de Murcia (este de España), adonde, según declaró él mismo, fue “con el fin de descansar” y si bien dio una dirección como residencia, esta corresponde al domicilio de un amigo, de nombre Ulpiano, a quien solicitó se informe de la detención.
El juez indica, además, que el detenido nació en Irak, pero que adquirió la nacionalidad en España al casarse con una mujer española, de la que está divorciado.
Galván, que estuvo asistido por un abogado de oficio que pidió su puesta en libertad, declaró que su vida transcurrió mayoritariamente en Irak y en España, si bien residió también en países como Egipto, Siria, Jordania, Reino Unido o Marruecos, señala el auto.
El riesgo de fuga aumenta, además, mientras “más grave sea la pena asignada al delito”, que en este caso se trata de una condena de 30 años de la que solo ha cumplido 2. Respecto a la orden internacional de detención cursada por Marruecos, el magistrado español aseguró que “contiene todos y cada uno de los requisitos formales” establecidos en el Convenio de Extradición y fue emitida “a fin de asegurar el cumplimiento de la pena” de 30 años impuesta por la Corte de Kenitra.
No obstante, advirtió que “no es este el momento procesal en el que corresponde examinar cuál debe ser la decisión final sobre la reclamación efectuada”, ya que en la orden internacional de detención se hace constar que Galván se benefició de una medida de “Gracia Real” que después fue anulada.
Por ello, las circunstancias en que se produjo el indulto y su posterior anulación deberán ser analizadas una vez que se tenga toda la documentación de extradición, para lo que Marruecos cuenta con un plazo de cuarenta días.
Una vez llegue esa documentación, el juez Pablo Andreu previsiblemente la enviará a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional para que estudie la petición de entrega de las autoridades marroquíes. El convenio de extradición entre Marruecos y España establece que ninguno de los dos Estados extraditará a sus nacionales y Galván posee la ciudadanía española.
Además, contempla como motivo de denegación que “se hubiera concedido una amnistía o indulto en el Estado requirente o en el Estado requerido”, medida de gracia que le fue revocada en Marruecos, aunque en España no está previsto el supuesto de revocar un indulto, salvo que se vuelva a delinquir.
Disturbios en Marruecos
El indulto real y puesta en libertad de Galván suscitó protestas callejeras en Marruecos y las críticas de las familias de los niños que fueron víctimas de abusos. Ante esto, el rey Mohamed VI cesó el pasado lunes al delegado general de la Administración Penitenciaria marroquí, Hafid Benhachem.
De este modo, Mohamed VI parece atajar el mayor escándalo de sus catorce años de reinado, que ha suscitado una oleada de protestas y dos comunicados de la Casa Real sin precedentes en la historia: uno para reconocer que había firmado un indulto por error, y otro para revocar su propia decisión.
Error dio la libertad a Galván
Fuentes diplomáticas españolas explicaron en qué consistió el error que llevó a la calle a Galván: tras la visita del rey Juan Carlos I de España a Rabat, las autoridades marroquíes se pusieron en contacto con las españolas para mostrar su disposición a tener algún gesto humanitario con el colectivo de presos españoles.
El Gobierno español presentó entonces dos listas: una con los presos “indultables” (con 18 nombres) y otra con aquellos reclusos (30) para los que se solicitaba un traslado rápido de prisión y que cumplieran el resto de su pena en España.
Por razones desconocidas hasta el momento, las dos listas presentadas por el Gobierno español a través de la embajada se convirtieron en una sola y el rey Mohamed VI indultó a los 48 presos.