Prisión preventiva para pastor evangélico por violar a dos menores en Guayaquil
Al pastor de una iglesia de la cooperativa Sergio Toral, en el noroeste de Guayaquil, se le dictó prisión preventiva por el delito de violación.
La audiencia de formulación de cargos se instaló a las 11:00 de este miércoles 11 de julio, en la sala 12 de la Unidad Judicial Penal, situada en el centro comercial Albán Borja.
El supuesto autor del delito, identificado como Nelson Rodrigo M. O., no acudió a la diligencia, pues no había sido aprehendido. En su representación fue el abogado Jhonny Bazurto, quien considera que lo mejor será renunciar a la defensa del pastor.
“Al escuchar lo que dijo la fiscal me quedé sorprendido. Tuve que pedirle disculpas a la parte afectada, yo no sabía lo que había pasado, solo me pidieron ayuda. Lo mejor es renunciar a esta defensa, porque delitos contra niños me parecen muy delicados”.
Nelly Ramírez Barahona, fiscal de la Unidad de Género, informó que se girará la boleta para que el sospechoso “sea inmediatamente detenido” y que solicitará la pena máxima por este delito.
El Código Orgánico Integral Penal (COIP), en el artículo 171, establece una pena privativa de libertad de 19 a 22 años por este acto ilícito.
Claudia, nombre protegido, contó que vivió siete años en el sector Sergio Toral, pero cuando se enteró de lo que le pasaba a sus hijas dejó su casa y fue a vivir con su familia en otro cantón de la provincia de Guayas.
En enero de 2017 la progenitora, preocupada por los casos de abusos sexuales en medios de comunicación, dijo a sus hijos que si alguien llegaba a tocarlos le dijeran, que no tuvieran miedo, así los amenazaran.
Sus dos vástagos más pequeños le revelaron que “el pastor hacía ‘cosas’ a sus hermanas mayores”.
Las menores lloraron y narraron lo que pasaba. Le confesaron a Claudia que Nelson M. O. las acariciaba, las obligaba a tocarlo, hasta les decía que debían probar sus fluidos y otros actos obscenos.
Claudia dejó que sus hijas terminaran el año lectivo y abandonó la zona, vivía justo frente a donde habitaba el presunto abusador sexual.
Las agresiones en contra de las menores ocurrieron, contó la madre, desde 2015, cuando sus hijas tenían 12 y 10 años.
Rosa (nombre protegido), tía de las víctimas, contó que el denunciado perseguía a las niñas en moto y cuando se enteró que iban a mudarse les dijo que las secuestraría y se las llevaría a vivir a Loja.
“Un vecino observó una vez que el pastor estaba encima de una de las niñas, pero también fue amenazado. Hasta el hijo vio una escena similar y se quedó callado. Este no es un pastor, sino un instrumento del diablo”, manifestó Rosa. (I)