Padres de Lisbeth Baquerizo recibieron amenazas a través de Messenger por alias Alexander Fernández
El caso por la muerte de Lisbeth Baquerizo se complica. La defensa de Mario Baquerizo y Katty Muñoz, padres de la víctima, todavía no logra que haya una formulación de cargos en contra de Luis Javier Hermida, esposo de la joven, quien está prófugo de la justicia.
Tampoco se ha logrado determinar quiénes están detrás de las irregularidades en los informes de la autopsia y el certificado de defunción que habrían sido emitidos con datos adulterados para señalar que la joven tuvo una muerte natural.
Ahora, lo que tienen que afrontar los padres de Lisbeth son amenazas a su integridad. Este lunes 18 de enero, Katty informó que -a través de un mensaje en el correo de Facebook- recibió una amenaza.
La madre detalló que un individuo de nombre Alexander Fernández, le escribía para darle información sobre la familia del esposo de su hija. "Me advertía que el esposo de mi hija se iba a escapar, me contaba lo que decían sus padres; se hizo pasar como un amigo de la familia. Pero yo nunca confié totalmente", expresó Muñoz.
"Le van a dar un susto, cuidado y le pueda pasar algo" fue la frase que escribió el supuesto usuario Alexander Fernández, cuyo usuario ya cerró su cuenta, contó Muñoz.
La madre de la víctima aseguró que este hecho lo va a hacer público en su muro de Facebook. Ella, dijo, está convencida que denunciar el hecho por redes sociales tendrá más eco que presentar una denuncia ante la Fiscalía, porque -hasta ahora- "no ha hecho nada por hacer justicia", expresó.
Silvio Enríquez Toala, abogado de la familia Baquerizo Muñoz, indicó que todavía no está hecha la denuncia, pero aseguró que Mario y Katty no se dejarán amedrentar. Anunció que presentarán la queja por presunta intimidación.
"Yo creo que se trata de una persona que está implicada con el presunto primer implicado, el esposo de Lisbeth. Primero quiso tratar de ganarse la confianza de la familia, para luego amedrentar", expresó.
Enríquez señaló que, además de los otros procesos legales, presentará la denuncia para exigir a Fiscalía que se investigue el IP de la computadora en donde se enviaron los mensajes.
El esposo es el principal implicado
Lisbeth tenía 30 años cuando murió, el 21 de diciembre. La pareja llevaba 11 años de noviazgo y uno de matrimonio.
Sus padres recibieron una llamada sobre la muerte de su hija. Los suegros de Lisbeth aseguraron que la joven murió tras una caída desde lo alto de las escaleras de su casa, en Guayaquil. Aseguraron que Lisbeth estaba "muertita".
Cuando llegaron al lugar, los padres de Lisbeth notaron inconsistencias de por qué la policía nunca llegó.
Horas después, el acta de defunción informó de que se trató de “muerte natural por falla cardiaca y renal” como causa de su fallecimiento.
El esposo de Lisbeth organizó los servicios funerarios y el médico que firmó el acta de defunción insistió a la familia en que debían sepultarla “lo más pronto posible”.
Sin embargo, las amigas de la joven alertaron a los padres que la joven sufría de maltrato intrafamiliar.
Inmediatamente, la madre colocó una denuncia por femicidio y pidió que realizaran la autopsia. Fue así que las autoridades determinaron que Lisbeth murió por traumatismo craneoencefálico producido por dos heridas provocadas con un objeto contuso cortante. Además, las heridas habían sido cerradas con "pegamento transparente" y tapadas con su cabello.
Luis Javier Hermida huyó del velatorio cuando la policía llegó para retirar el cuerpo y someterlo a una autopsia.
Poco después, Marlon Eras Martínez, el médico que firmó el acta de defunción, fue detenido por las autoridades para que declare, pues él y personal de una funeraria habrían alistado el cuerpo para el funeral.
César Zapata, Comandante de Policía de la Zona 8, confirmó que Hermida se encuentra en Colombia. Sus padres también han rehuido de la justicia.
El pasado el 12 de enero último, tenían previsto rendir su versión de los hechos en la Fiscalía del Guayas. Sin embargo, justo el instante de su declaración se presentó una amenaza de bomba, suspendiendo la diligencia.
La Fiscalía emitió una boleta en contra de los progenitores, pero hasta el momento no han sido localizados. (I)