Una sentencia histórica sacude hoy los cimientos de la justicia argentina. El tribunal de la ciudad de Gualeguaychú condenó a Nahir Galarza a cadena perpetua por el crimen de su novio Fernando Pastorizzo, de 20 años de edad.  

A los 19 años, esta asesina con rostro de niña se convirtió en la mujer más joven en ser condenada a la máxima pena que establece la ley penal de este país.

De mantener una buena conducta en prisión, Galarza podrá salir en libertad condicional recién en 2052. Deberá pasar tras las rejas al menos 35 años, según establece la nueva ley de ejecución penal para casos de homicidio agravados por alevosía, vínculo familiar o relación de pareja. Nahir será una mujer de 54 años cuando salga de la cárcel.

Hasta ahora, el récord tras las rejas en Argentina para una mujer lo tiene Claudia Sobrero, quien pasó 27 años en prisión por el crimen del dibujante Lino Palacio en 1984. Tenía 21 años al cometer el homicidio -dos más que Galarza- y ostentaba hasta hoy otra marca: era la mujer con menor edad sentenciada a cadena perpetua.

Galarza mató a su novio, un año mayor que ella, al alba del 29 de diciembre de 2017 en la apacible ciudad de Gualeguaychú, en la provincia de Entre Ríos, famosa por sus carnavales y cerca de la frontera con Uruguay. La historia estuvo plagada de versiones sobre una relación de pareja enfermiza y violenta.

Tras tres semanas de audiencias de juicio, el 3 de julio, el tribunal local  consideró culpable a Galarza de “homicidio agravado por el vínculo de pareja”. Ahora, los abogados defensores de la joven apelarán el fallo.

Conmoción por crimen

El crimen conmocionó primero a la sociedad entrerriana y enseguida a todo el país. Una joven con cara angelical había asesinado de dos disparos a su novio en plena calle de tierra.

Pastorizzo fue hallado tirado a las 05:30 con un balazo en la espalda y otro en el pecho. Agonizaba junto a su moto. A su lado se encontraban dos cascos. Poco después falleció a causa de la gravedad de las heridas.

Nahir Galarza negó desde el principio su participación en el crimen. Primero dijo que había visto a su novio la noche anterior, pero con el transcurso de los días se sumaron pruebas que la dejaron contra las cuerdas.

Finalmente confesó el hecho, pero días más tarde pidió ampliar su declaración y dijo que en realidad le había disparado a su novio de manera accidental.

En su nueva versión afirmó que se había autoinculpado para proteger a su padre policía y dueño de la pistola calibre 9 milímetros reglamentaria que se convirtió en el arma homicida.

Los alegatos en el juicio

La defensa, a cargo de los abogados José Ostolaza y Horacio Dargainz, basó su alegato en la nueva versión de la joven y aseguró que era víctima constante de violencia de género, golpes y hasta tormentos físicos y sicológicos por parte de su novio.

Pero entre los allegados a Pastorizzo veían la relación de otra manera. “Lo volvías loco, lo tenías harto hija de pu... Le pegabas, lo maltratabas, no lo dejabas vivir en paz. Vas a pagar por todo este dolor pu... de mier...”, escribió una amiga del novio, identificada como Mari, en un tuit citado por el diario local El Día.

En el juicio la corte rechazó los argumentos de la defensa y dio por probada la intencionalidad del hecho.

Amenazas al fiscal del caso

“Tené cuidado de no aparecer con un tiro en la cabeza, hijo de pu...”, fue uno de los mensajes anónimos que recibió, días antes del veredicto, el fiscal del caso, Jorge Rondoni Caffa, quien pidió cadena perpetua contra la joven.

Pero no fue el único destinatario de las intimidaciones. Su esposa recibió mensajes similares en su cuenta de la red social Facebook. “Van a tener un problema muy serio. Tu marido es un machista hijo de pu...”.

Rondoni Caffa confirmó que ya realizó la denuncia, aunque no formuló declaraciones públicas al respecto, según el portal digital Todo Noticias (TN).

La sentencia oral

“El tribunal consideró como probado que Fernando recibió el primer disparo en la espalda, a quemarropa, y un segundo disparo de frente, cuando se hallaba mortalmente herido en el piso, con la moto por encima de sus piernas, que ingresó por la parte anterior del tórax. Ambos impactos en modo alguno fueron accidentales o involuntarios, sino que se trataron de intentos dirigidos a menoscabar la vida de Fernando Pastorizzo”.

Así, quedó destruida la hipótesis de la defensa material y técnica que se produjeron de manera involuntaria, sostuvo uno de los jueces del tribunal, Mauricio Derudi.

Gustavo Pastorizzo, padre de la víctima, resumió: “Sabe disparar y lo mató a quemarropa”, al referirse a Nahir.

Pero, ¿por qué lo mató? ¿Celos, una relación enfermiza, venganza? “Lo maté porque nunca me iba a dejar en paz”, dijo Nahir Galarza, citada por su amiga Giuliana Viera tras una visita en el centro de detención.

Nahir seguirá en prisión, hasta que el fallo quede firme, en la comisaría de la Menor y la Mujer de su ciudad natal. Luego será trasladada a una cárcel común.

Ella no estuvo en la sala del tribunal cuando se conoció el veredicto. Cuentan que está deprimida y que se refugia en el apoyo y amor de sus padres y de su propio club de fans en la red Facebook: la cuenta Nahir Galarza FansClub suma más de 7.800 likes.

Familias destrozadas

“En esta historia hay dos familias destrozadas. La diferencia es que los padres de Nahir podrán seguir viendo a su hija, aunque sea en un lugar de encierro, pero los de Fernando jamás lo volverán a ver”, dijo en su alegato Rubén Virué, abogado de Silvia, la madre de Pastorizzo.

“Tranquila, ya pasó. Nunca más vas a revivir esta pesadilla”. Con estas palabras la recibió su mamá, Yamina Kroh, y su padre, Marcelo Galarza, en la sala de los tribunales.

“A mi hermano no me lo devuelve nadie, pero estamos tranquilos porque su asesina está presa”, manifestó Carla Pastorizzo. (I)

Foto: elcomercio.pe