Mujer se libera de raptores
Mónica (nombre protegido), de 23 años, llegó ayer a la Policía Judicial del Guayas aferrada al cuerpo de su esposo luego de permanecer desaparecida desde el pasado viernes cuando salió de la casa de salud a donde llegó para una consulta por problemas gastrointestinales.
Lo último que recuerda es que fue a comprar un jugo en los exteriores del hospital Guayaquil, ubicado en las calles 29 y Galápagos. Ahí alguien le tapó la boca y supuestamente la drogó.
La mujer relató que cuando reaccionó estaba en una casa de caña encerrada con otras dos jóvenes, a las que solo conoció como María y Carmen.
Sostuvo que cada día una señora que no se dejaba ver el rostro les pasaba comida por una ventana interna y que tres hombres solían entrar con armas para amedrentarlas. “Nunca les vimos las caras, estaban encapuchados. Uno de ellos me dijo que quería estar conmigo y como lo rechacé abusaron de mí”.
El pasado martes, cerca de las 22:00, cuando se percataron de que no había nadie en la vivienda, decidieron escapar. Fue así que llegaron hasta las calles Olmedo y García Avilés, donde Mónica pidió ayuda.