La familia de Antonio espera que esté con vida en los Estados Unidos
Eugenia Chuñir ha caminado tanto por varios lugares, que ya no sabe a dónde acudir para que le informen sobre el paradero de su esposo. Ha descuidado su trabajo mientras las deudas poco a poco empiezan a carcomer la economía familiar.
El 7 de abril pasado, Antonio Gutama Feijó se despidió de su esposa e hijos, les dijo que emprendería un camino duro y que le pidan a Dios que todo le salga bien, “pero que se iba al exterior por el bien de todos ellos”.
Hasta el 24 de abril, el hombre se comunicaba continuamente vía WhatsApp con su esposa y sus cuñadas. “El último mensaje que recibí decía que estaba avanzando y que iba a pasar San Antonio, en Texas, el último tramo que iba a recorrer”, cuenta la esposa.
Luego de esto, el hombre dejó de comunicarse con la familia, y hasta hoy no conocen su paradero.
Antonio Gutama es parte del grupo que fue atacado por integrantes de la banda mexicana Los Zetas. Algunos de ellos cayeron al Río Bravo cuando trataban de cruzar la frontera entre México y EE.UU.
El hombre pudo escapar a ese ataque, incluso le contó a su cónyuge que le pegaron y le rompieron la cabeza por tratar de huir.
“Mi esposo desaparece en San Antonio, Texas, y desde entonces no sé nada de él”, indicó la mujer, quien ha acudido a varias instituciones para que le proporcionen información de su cónyuge.
La pareja, originaria de la parroquia Molleturo, vivía en Cuenca donde confeccionaba ropa. Él vendía la mercadería en varios puntos de Azuay, mientras la esposa se encargaba de su elaboración.
Según ella, se endeudaron con bancos y el préstamo llegó a los $ 80 mil. Con ese capital trabajaban, pero el negocio decayó.
“No había cómo seguir pagando”. Chuñir agregó que también vendían zapatos, pero les fue mal ya que las ganancias no eran muchas y se fueron a la quiebra.
Para el viaje del esposo a Estados Unidos vendieron su carro. A una sobrina que vive en el exterior le pidieron prestado $ 5 mil.
Ahora Chuñir no sabe cómo cumplir con la deuda; los abogados lo único que le dicen es que siga pagando.
“De todos los créditos que tengo pago alrededor de $ 2.200 mensual, pero ahora a más de buscar a mi marido, debo salvar mi casa que está hipotecada”, expresó.
Según la mujer, el coyotero le aseguró que Gutama estaba en territorio norteamericano, incluso le pidió que cancelara todo el dinero que acordaron por el desplazamiento, es decir, $ 10.500.
Tras la desaparición de su esposo -y por sugerencia del mismo coyote- contrató un abogado en Texas. El jurista buscó al hombre en hospitales, clínicas y centros de detención, pero no pudo dar con su paradero. Por ese trabajo, Eugenia Chuñir tuvo que cancelar $ 2 mil.
“Mi única esperanza es que esté preso, caso contrario moriré yo también desesperada”, comentó sin poder reprimir las lágrimas.
Activados los protocolos en México y en Estados Unidos
Para el coordinador zonal 6 de la cancillería, Raúl Abad, luego de la desaparición del grupo están activados todos los protocolos en Houston y México.
El funcionario atribuye a estos protocolos que se haya encontrado a ocho personas, quienes están detenidas en Estados Unidos y México.
“No se puede revelar sus nombres porque están en un proceso de investigación. Son testigos protegidos”, dijo.
Abad señaló que los detenidos son del Austro y del centro del país, donde se ha activado el fenómeno de la migración. “También existen personas de Loja”.
El funcionario manifestó que a los familiares solo hay que decirles la verdad, luego de que se cumplan los protocolos. “Esperamos los reportes de los consulados de México y de Houston para dar a conocer cómo avanza todo el proceso iniciado”.
Abad manifestó también que se ha dialogado con las familias de los afectados en varias ocasiones y se les ha pedido reserva sobre el asunto, puesto que son temas que están en proceso de investigación. (I)