“Mi hija siempre decía que no había que dejarse robar”
Pedro Correia perdió a su única hija María José, la profesora que fue asesinada por no dejarse robar un celular en las calles Venezuela y la 30°, en el sureste de Guayaquil.
“Yo me separé de su madre cuando ella era muy pequeña. Ella vivió conmigo para no dejarme solo y los delincuentes me la quitaron”, expresó afuera de la vivienda donde velaban su cuerpo en las calles Capitán Nájera, entre la 7° y 8°.
Su madre, Verónica Orta, contó que su hija siempre decía que no se dejaría robar, es más ya lo había hecho una vez en un bus cuando le quisieron arrebatar sus pertenencias.
“Ellos no solo se llevaron la vida de mi hija, sino la de mis 2 nietos que estaban en su vientre. Ella quería tener hijos, tuvo varios problemas, pero seguía intentando”, contó la progenitora. María José Correia Orta iba a cumplir 25 años el 30 de este mes. (I)