Un mexicano identificado como Gustavo Eduardo T. quedó con prisión preventiva por cometer delito contra la flora y fauna silvestre, tipificado en el artículo 247 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), y sancionado con 1 a 3 años de privación de libertad.

El individuo pretendió sacar de Puerto Ayora (Santa Cruz), en las Islas Galápagos, 9 iguanas marinas neonatas (Amblyrhymchus cristatus) y 2 iguanas juveniles terrestres (Conolophus suscristatus). Las especies endémicas están siendo valoradas y alimentadas antes de poderlas reinsertar en su hábitat.

Los animales fueron encontrados embalados de tal manera que no pudieran moverse, dentro de una maleta. La manera de cómo eran sacadas de las islas es investigada al momento por la Policía Nacional, pues se desconoce el procedimiento que usaba el detenido.

Para sacarlas de Galápagos, presuntamente el detenido era ayudado por otros extranjeros que supuestamente llegaban a hacer turismo y ya desde el territorio continental las sacaban rumbo a Uganda (África Oriental). El individuo fue llevado a Guayaquil y la instrucción fiscal durará 30 días.

Eduardo T. tiene antecedentes penales por tráfico de vida silvestre y estuvo preso en 2010 en Nueva Zelanda por recolectar ilegalmente reptiles propios de ese país. Su pena fue de 18 semanas en prisión.

Esta detención se logró gracias al trabajo conjunto que realiza el Ministerio del Ambiente con especialistas de vida silvestre de los países de la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), de la cual Ecuador es signatario desde 1975. (I)