Al interior del sistema penitenciario del país se ha identificado que dos bandas delictivas lideran las actividades ilícitas: “Los Choneros” y “Los Cubanos”.

Si bien este problema es de vieja data, no deja de preocupar, pues es una situación que en la línea de tiempo del sistema carcelario se ha agravado y ahora es una situación de enorme preocupación.

A criterio del analista Daniel Pontón, los grupos que impulsan las economías ilícitas en los centros de rehabilitación social (CRS) del país han avanzado debido a una falta de acción del Estado, al no aplicar mecanismos de inteligencia.

“Por ejemplo, ahí nos queda debiendo la capacidad que tienen las autoridades de control para generar inteligencia al interior de los centros penitenciarios, que permita controlar un poco esto”, señaló Pontón.

Indicó que le preocupa el nivel de consumo de drogas al interior de las cárceles, “porque ese puede ser un elemento gatillador de una serie de conflictos de mayor envergadura”.

Fernando Carrión, otro analista del tema consultado, indicó que una pieza fundamental para cortar esas actividades es el adecuado trato a los agentes de seguridad penitenciaria, ya que al tener remuneración baja, pagos atrasados y falta de capacitación y de una estructura del sistema, eso conduce a la corrupción. “Eso permite formas periódicas de filtrar productos psicotrópicos, teléfonos, armas, etc., al interior de los penales”, explicó Carrión.

La declaratoria de emergencia es justamente una muestra para el analista Santiago Orbe, ya que el sistema está atravesando una nueva crisis, por lo que es necesario realizar ajustes con los entes relacionados con la justicia.

“Los asesinatos, el tráfico de armas y el abuso de los derechos fundamentales nos hablan de una crisis (en las cárceles). Pero en temas políticos no es redituable. Si el sistema penitenciario ha fallado es porque el Estado, en sus estructuras internas, también está presentando evidentes fallas”, manifestó Orbe. (I)