Un adolescente de 16 años permanecía parado en la puerta de su casa, en las calles 19 y Alcedo, en el sureste de Guayaquil. Jóvenes que llegaban a pie o en moto se acercaban a él y luego de un cruce de manos se alejaban.

Los vecinos sospechaban que se trataba de una actividad ilícita y avisaron a la Policía. Los agentes descubrieron que el muchacho estaba dedicado al microtráfico. El día del operativo al ver a los agentes, intentó escapar, pero fue interceptado.

En una mochila que llevaba le encontraron 3 envolturas cilíndricas compactas de cocaína y marihuana, a las que llaman ‘payasos’. Estas son armadas para que ‘mulas’ puedan esconder la sustancia en sus partes íntimas y entrar a los centros penitenciarios sin ser descubiertos. En la casa del adolescente se decomisaron 2 kilos de marihuana y 160 gramos de cocaína.

“Los operativos contra el microtráfico en el barrio Garay son permanentes. Sobre todo en los sitios donde se presume que han emigrado los que vendían droga en las calles 10 de Agosto y callejón Décima”, manifestó un agente que estuvo a cargo del operativo realizado a inicios de abril.

66 adultos han sido detenidos

De acuerdo con cifras de la Jefatura de Antinarcóticos de la Zona 8 de Policía, que comprende los cantones Guayaquil, Durán y Samborondón, en lo que va del año en el circuito Garay (al que pertenecen las zonas mencionadas) se han ejecutado 65 operativos, en los que fueron detenidas 66 personas y 7 menores aislados.

En total, 50 kilos con 831 kilos de diferentes drogas han sido retirados de la calles.

Un policía de servicio urbano de la zona indicó que se controlan algunas calles donde los vendedores y consumidores intentan ‘instalarse’. Mencionó, por ejemplo, las calles 19 y Alcedo, la 22 y Huancavilca y otros puntos cercanos al estero Salado. Cuenta que a los consumidores, sobre todo, se los ve en la noche: “Se dedican a reciclar, a vender agua, caramelos y así consiguen el dinero para comprar la droga”.

Los habitantes de los sectores mencionados que opinan de la situación, por precaución prefieren no dar sus nombres. Un trabajador de una panadería dice que “la situación ha mejorado. Antes sí veíamos todo el día a los chicos esos que consumen ‘H’, de un lado para otro; pero ahora es menos. Sí hay bastantes patrullajes”.

Una mujer que vive en una casa esquinera y que tampoco desea ser identificada comenta que a 2 cuadras ve a bastantes chicos consumiendo estupefacientes. “Ellos ya saben en qué lugares los pueden vender”, asegura.

La novedad de que las personas que salieron de la denominada anteriormente ‘Bahía de la droga’ emigraron a esos sectores fue conocida pocos días después de la intervención, por ellos se incrementaron los patrullajes en los alrededores. Mario Alberto V., de 28 años, fue detenido con 9 paquetes de cocaína, en las calles Alcedo y la Décima.

“Estamos intensificando los registros a todas las personas que circulan por los alrededores del sitio intervenido para evitar la comercialización de alcaloide”, decía en ese entonces Javier Egas, jefe policial del circuito Garay.

El individuo camuflaba la droga en cajas selladas de pasta dental. Otros 2 ciudadanos, identificados como  Johana R., de 32 años, y José Vicente A.M., de 20, fueron aprehendidos en las calles  Huancavilca y Cuenca cuando transportaban varios paquetes de cocaína camuflados en una caja de cartón, según la Policía.

Resultados de operativos en la Zona 8

En lo que va de 2016, en Guayaquil, Durán y Samborondón se han ejecutado 1.109 operativos en los que se ha capturado a 1.273 personas y aislado a 9 menores de edad; y han sido decomisados 9 toneladas con 377 kilos y 803 gramos de estupefacientes destinados a microtráfico o al tráfico internacional.

En Ecuador existen 55 zonas que son escenario para el microtráfico y la delincuencia, según investigaciones del Ministerio del Interior, 8 de estos están intervenidos. Por ejemplo, en Guayaquil están la Décima y 10 de Agosto, en el barrio Garay; la ‘Zona H’, en el bloque 3 de Flor de Bastión. En Durán la Policía tiene el control del cerro Las Cabras. (I)

Moradores de sectores aledaños al intervenido aseguran que quienes se dedican al microtráfico buscan nuevos lugares donde ‘instalarse’. Foto: William Orellana / El Telégrafo

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El callejón sigue intervenido

"Hace unos 4 meses que ya no escuchamos bala"

“Aquí ya no hay ningún peligro. Esto parecía la 9 de Octubre, la gente entraba y salía y cuando ‘la ley’ -refiriéndose a la Policía- venía; uno corría por ahí, por allá y otro se lanzaba al río. A veces en la noche los que venían, disparaban al aire, pero hace unos 4 meses que ya no escuchamos bala; uno debía esconderse por miedo a una bala perdida”, expresa Carlos Rodríguez, quien habita en el callejón Décima y 10 de Agosto, en el suburbio de Guayaquil, que antes era conocido como la ‘Bahía de la droga’ y desde enero permanece intervenido por la Secretaría Técnica de Drogas (Seted).

Esta institución es el órgano rector de los ministerios que luchan en contra del tráfico, uso y consumo problemático de estupefacientes, como los ministerios del Interior, Deporte, Justicia, Cultura, Coordinador de Seguridad, Salud Pública, entre otros.

La subteniente de Policía Thalía Rosero indica que en la entrada del callejón permanecen durante 24 horas los agentes de la Unidad Móvil de Policía Comunitaria (UMAC). Además, cada persona que entre o salga, así viva en el sitio, debe ser revisada para evitar el paso de estupefacientes. “Los fines de semana se realizan jornadas comunitarias con niños y adultos en las que se llevan a cabo actividades como bailoterapia, campeonatos deportivos, juegos”.

Ahora es normal ver a los niños jugando sin temor. “No todo puede ser perfecto”, dice una mujer que tiene una tienda en un callejón. “Estamos muy seguros y la situación ha mejorado”. Sin embargo, el control sumado a la enorme unidad policial que permanece a la entrada, han provocado una disminución en sus ventas. (I)