Una hora con 15 minutos fueron suficientes para revivir siete años de dolor. Sentada frente los miembros del Tribunal Penal de Garantías Penales de Pichincha, Elizabeth Rodríguez rompió en llanto al recordar la ausencia de su hija, Juliana Campoverde.

La mujer fue la primera de 400 testigos convocados por los magistrados, dentro de la audiencia de juzgamiento por presunto delito de secuestro extorsivo con resultado de muerte de su hija.

El principal sospechoso es el pastor evangélico Jonathan C. quien se encuentra detenido desde el 5 de septiembre de 2018.

Actualmente el religioso está bajo prisión preventiva en el Centro de Rehabilitación Social de Latacunga y se sometió a un proceso de cooperación eficaz para tratar de localizar el cuerpo de la joven.

Hasta el momento, el cuerpo de la joven no ha sido localizado por las autoridades.

Elizabeth trató de reunir coraje para recordar los hechos que envolvieron la ausencia de la joven. El dolor pudo más. Se quebró en llanto por tres ocasiones.

Luego de los testimonios de la parte acusadora y la defensa del imputado vendrán los argumentos de la Fiscalía, de la parte acusadora y del patrocinador del imputado. Se estima que evacuar todas las diligencias judiciales tomen al menos un mes.

Juliana desapareció el 7 de julio de 2012 en el sector de la Biloxi, en el sur de Quito. Según las investigaciones, Jonathan C. fue la última persona con la que fue vista la joven luego de abandonar la iglesia evangélica a la que asistía. (I)