Los derechos humanitarios amparan hasta al enemigo
Los derechos humanos son inherentes a todas las personas, incluso, para las que atacan a otras; por ejemplo, los soldados que actúan en la guerra pero luego quedan indefensos.
Uno de los organismos locales que hace énfasis en esta materia, debido a la naturaleza de sus actividades, es el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, por ello convocó a sus elementos del Comando Operacional 2 Marítimo para analizar la diferencia entre los Derechos Internacionales Humanitarios y los Humanos.
Ambos tienen como fin que logremos el acceso a una vida digna; no obstante, el primero se aplica en conflictos armados, sean internacionales o no, explicó la directora de Derechos Humanos y Derecho Humanitario del Ministerio de Defensa Nacional, María Fernanda Carrillo, quien informó que las Fuerzas Armadas incluyen en su malla curricular el estudio de estos contenidos.
Conflicto internacional
El combate entre países está sujeto al Derecho Internacional Humanitario que protege a todo individuo que no participa activamente en una lucha o que dejó de intervenir, es decir militares heridos o enfermos; médicos y enfermeros de las Fuerzas Armadas; prisioneros de guerra y civiles en territorio propio o ajeno; elementos de la Defensa Civil y religiosos.
En estas situaciones se ponen en práctica los convenios de Ginebra de 1949, que erige normas para humanizar la guerra y disminuir sus efectos; y el Protocolo I de 1977, que añade aclaraciones y nuevas disposiciones con respecto a la evolución de los enfrentamientos, entre ellos, rechaza los ataques indiscriminados contra poblaciones civiles, la destrucción de alimentos, agua y otros elementos necesarios para la supervivencia, o el uso de armas químicas.
Conflicto no internacional
En esta situación, el Derecho Humanitario está destinado a las Fuerzas Armadas, regulares o irregulares, que no tomen parte o hayan dejado de participar en las hostilidades; por ejemplo, los combatientes heridos o enfermos, personas privadas de libertad a causa del conflicto, población civil, personal médico y religiosos.
Pero este no se aplica en caso de violencia interna, que está por debajo de la intensidad de un conflicto armado; en este sentido, se pueden invocar las disposiciones de los Derechos Humanos y las legislaciones locales.
Un ejemplo es la lucha que mantienen el Ejército Colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que no trasciende los límites del vecino país pero que deja como resultado el desplazamiento de muchos ciudadanos colombianos hasta nuestro territorio.
Carrillo comunicó que en la frontera norte se desarrolla una capacitación con una perspectiva humanitaria, en vista de la gran cantidad de refugiados que reciben un trato digno por parte del Ejército Ecuatoriano.
Derechos Humanos
Estos protegen a la persona en todo tiempo, haya guerra o paz, para cooperar en su completo desarrollo, y son las instituciones internas y externas las encargadas de determinar si un Estado ha respetado o no ese derecho.
“Desde el año 2008, con la nueva Constitución del Ecuador, las Fuerzas Armadas son una institución de protección de derechos, libertades y garantías ciudadanas, por eso se creó una Dirección de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa Nacional desde 2009”, dijo.
Las sanciones
Carrillo agregó que cuando se registran casos de presuntas vulneraciones a estos derechos o el cometimiento de delitos, los uniformados deben responder ante los órganos judiciales ordinarios y frente al régimen disciplinario de las Fuerzas Armadas.
Este último prevé sanciones que van desde el arresto (prohibición para salir de su habitación durante un período de tiempo determinado) hasta la baja (separación de la institución).
“Si un militar recibe una sentencia condenatoria, de prisión, luego de 6 meses se lo pone en una situación de disponibilidad y es dado de baja; la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas prevé esto”.
Para evitar que se llegue a esta instancia se toman medidas desde las escuelas de formación, donde se consideran faltas el lenguaje con sentido vulgar, racista, sexual o en doble sentido.
Carrillo afirmó que en la frontera norte hasta el momento no se registran casos de vulneraciones o abuso de autoridad por parte de elementos del Ejército Ecuatoriano.
“Para complementar este trabajo tenemos un Sistema de Monitoreo de Derechos Humanos; es interno de las Fuerzas Armadas y nos permite observar además la situación de los derechos de las mujeres uniformadas, la interculturalidad, discriminación de género o nacionalidad”.
La herramienta, pionera en América Latina, fue creada con el apoyo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, aseguró María Carrillo.