Los celos empujaron a un hombre a asesinar a su pareja
Los celos y la desconfianza desataron en Jackson E. la ira y su instinto criminal. No contento con golpear y asfixiar a su pareja sentimental, Diana M., hasta dejarla sin aliento, le cortó los dedos de las manos para evitar que la Policía tuviera pruebas y lo identificara.
Este es el cuarto crimen en la modalidad de femicidio que se comete en Quito. En los primeros tres meses de este año se han registrado 33 a nivel nacional.
La falta de sus dedos no fue impedimento para que los agentes de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased) identificaran a la mujer y luego a su presunto criminal, que hoy se encuentra con prisión preventiva.
El lunes último, el coronel Víctor Araus, director de la Dinased, detalló que tras el hallazgo de la víctima, el 5 de abril, en el sector del camal Metropolitano, se iniciaron las investigaciones a partir de los tatuajes que tenía en su cuerpo.
Posteriormente, la mujer fue reconocida y la investigación dirigida hacia su entorno familiar y las últimas acciones que realizó.
Diana, tenía 25 años de edad el día de su asesinato.
Araus indicó que la Policía halló indicios de que el posible responsable de su muerte fuera su conviviente. Esas pruebas fueron presentadas en la Fiscalía, que emitió la boleta de detención contra Jackson E., quien durante el proceso de indagación fue vigilado para evitar su salida de la ciudad y del país.
El jueves 13 de abril, Jackson fue aprehendido en su domicilio, ubicado en el sur de la capital. Con todos los indicios recabados, Jackson, presuntamente, confesó el crimen ante las autoridades.
Según Araus, la mujer habría recibido una llamada y ese sería el detonante para que se iniciara una pelea marital. El hombre golpeó a su pareja y luego la asfixió, ocasionándole la muerte.
Los informes policiales indicaron que el hombre le cortó los dedos de las manos a la víctima para evitar que fuera reconocida y porque en las uñas de ella estarían restos de su piel, producto de los rasguños que le hizo al defenderse.
El individuo actuó así inspirado en los programas policiacos televisivos, explicó el jefe de la Dinased.
Al momento del crimen, los hijos de la pareja, Serena, de 8 años, y Michael, de 5, una del primer compromiso de Diana M., y otro de la relación de ambos, estaban en otra habitación.
Luego de cometer el asesinato, el hombre llamó a su suegra para contarle que su hija los había abandonado y que era mejor que retirase a sus nietos de la casa.
Jackson escondió el cadáver en una maleta y llamó a un taxi para llevárselo y dejarlo abandonado.
Araus pidió a los taxistas que estén atentos a lo que transportan en sus vehículos, ya que si los agentes hubiesen encontrado el cuerpo dentro del carro, el taxista también habría sido parte de la indagación.
Un odontólogo forense realizará el análisis de las mordidas de la mujer en el cuerpo de su presunto victimario para obtener más evidencia de que el detenido fue el autor del crimen. La Fiscalía se encargó del caso.
Los familiares de Diana presentarán una denuncia contra el presunto responsable para que sea juzgado con la máxima pena. (I)
