Los carros son usados como “mulas” para el contrabando
La actividad comercial del otro lado del Puente Internacional de Huaquillas (en Aguas Verdes, Perú) se encontraba -la tarde del 6 octubre pasado- en su apogeo. “Venga, venga le vendo barato”, se escuchó a un vendedor que ofrecía zapatos de marcas reconocidas en el mercado internacional. “Deme 35 dólares y se lleva los (deportivos) Puma, cuánto me da”, dijo el hombre a un posible cliente que se mostraba interesado.
Decenas de transeúntes recorrían los puestos improvisados en el sector -instalados a ambos lados de la calle que conduce a la frontera con Perú y Ecuador- para adquirir los productos de su preferencia a precios económicos.
El comercio de mercadería en la zona tiene un objetivo principal entre los dueños de los negocios: vender a los ecuatorianos al por mayor. Y así se da en la mayoría de los casos, contó María Ochoa, dueña de un local de ropa, debido a las convenientes ganancias que significaría expender el producto sin pagar impuestos en el Ecuador.
Esta situación ha motivado que tanto ecuatorianos como peruanos intenten ingresar la mercadería de forma ilegal, con el fin de no pagar los rubros aduaneros.
La situación es tal que más de un millón de dólares -según el Servicio Nacional de Aduanas- se ha neutralizado en lo que va del año como parte de los controles ejecutados en Huaquillas, provincia de El Oro. Ese monto ($ 1’042.686 exactamente) corresponde al valor de la mercadería decomisada en las 243 operaciones en las que se detectaron irregularidades.
Las cifras del año pasado (2010) reportaron 459 casos de contrabando, en el que se pretendían ingresar al país productos valorados en $ 4’284.311 aproximadamente.
El oficial Marco P. (nombre protegido por normativas de seguridad interna), de la Unidad de Vigilancia Aduanera de Huaquillas, indicó que las modalidades de contrabando en la provincia de El Oro van desde la instalación de caletas en los buses de transporte de pasajeros hasta ocultar mercadería en los compartimentos (motor, asientos, llantas, etc.) de los vehículos livianos. “En los controles identificamos cada día nuevas formas de evasión...”, acotó.
La operatividad de la unidad está basada en realizar controles fijos y móviles. “Aquí se verifica el ingreso de todo tipo de productos, por tal motivo revisamos su procedencia y legalidad conforme lo establece la ley”, detalló el oficial.
Al año se registran entre 300 y 400 actas de aprehensión relacionadas con anomalías.
Marco P. aclaró que en esas actas se detalla el tipo de mercadería, el precio estimado y la forma que fue introducida al país. “El cargamento es retenido y según su valor se dispone si pasa a órdenes del agente fiscal”, relató.
Casos judicializados
El oficial explicó que si el monto valorado supera los diez salarios mínimos, el caso se judicializa para aplicar las sanciones penales correspondientes, de lo contrario el director distrital de Aduana ordena el pago de una multa por la infracción que se cometió.
Jorge Luis Cuenca, fiscal de la Unidad de Delitos Organizados Nº 2 de El Oro, indicó que en el ámbito aduanero hay organizaciones delictivas dedicadas específicamente al contrabando de mercancía.
“La principal modalidad adoptada por los delincuentes es la organización”, puntualizó.
En este contexto se refirió a que las bandas son apoyadas por redes operativas en ambos países para cometer el ilícito.
Para evitar que ingresen los productos se ejecutan operaciones a lo largo de los 67 kilómetros que tiene la frontera desde la Costa hasta la provincia de El Oro. Más de ocho puntos fronterizos son identificados como zonas de paso para el contrabando.
La Corporación Aduanera Ecuatoriana y el Servicio Nacional de Aduanas han puesto a disposición alrededor de 70 personas para ejecutar los controles en el sector.