En el barrio Patrimonio Familiar, ubicado al suroriente de Quito, los moradores están en pie de lucha contra la inseguridad y la delincuencia.

En el sector viven unas 200 familias que, hasta hace 3 años, temían salir por la noche o madrugada, pues los robos a casas y personas eran recurrentes.

Tania Tisahuano, secretaria del comité barrial, cuenta que hace un año, su hermano fue víctima de un robo. “A las 02:00 varios delincuentes entraron a la casa y se llevaron los objetos de valor”. El inmueble vulnerado se encuentra en el segundo piso de un condominio.

Frente a estos hechos, los vecinos del barrio se organizaron y formaron un cabildo; la primera acción que tomaron fue colocar alarmas comunitarias. El Municipio de Quito, a través de la Secretaría de Seguridad, entregó a los moradores 3 dispositivos con tecnología 3G.

Francisco Tapia es uno de los 24 residentes que tienen activado en sus celulares el sistema de conexión de la alarma.

Según Tapia, la aplicación es fácil de utilizar. “El sistema de marcación rápida se instala en nuestros celulares, si vemos algo sospechoso presionamos el botón digital y la alarma se activa. Los vecinos salimos con palos, ollas, etc, para atrapar al ladrón y entregarlo a la Policía”.

En Quito existen 1.201 alarmas comunitarias activadas, cuyos beneficiarios son más de 28.000 personas.

Nuevas alarmas 4G

Cristina Mecías, directora metropolitana de Seguridad Ciudadana del Municipio, dice que se colocarán alarmas con tecnología 4G en 13 de las 15 paradas del Metro de Quito.

La funcionaria señala que, en los últimos meses, los moradores que viven cerca de las futuras estaciones denunciaron continuos robos. “La diferencia entre las alarmas 4G y 3G es la capacidad de beneficiarios que podrán activar el sistema, es decir, con las nuevas se incrementarán a 200 los usuarios, mientras que con el sistema 3G la capacidad es de 24”.

Sobre las alarmas 3G, Mecías explica que en lo que va del año no colocarán más, puesto que el Cabildo está realizando una depuración, ya que existen barrios que no las utilizan ni cuidan.

Además, comenta que una de las prioridades para dotar a los barrios de los dispositivos es la organización social. Explica que solo la unidad entre vecinos hace que el sector sea seguro.

Datos del Observatorio local indican que en el Distrito Metropolitano, en 2015, el resultado fue que la delincuencia bajó en dos puntos en los barrios y los robos a domicilios se redujeron en 15,2 puntos.

Raúl Tapia, director del Observatorio, indica que la alarma comunitaria ayuda a crear seguridad, pero existe un tema más de fondo: “el sistema construye una fuerte cohesión social, pues los beneficiarios se empoderan con la alarma”. 

En el caso del barrio La Ferroviaria, vecinos como Alonso Guayasamín decidieron colocar, por su propia iniciativa, una alarma. Él señala que cada semana roban en locales comerciales y viviendas.

Barrios de Cuenca también cuentan con dispositivos

EL proyecto ‘Barrios Seguros-Alarmas Comunitarias’ se desarrolla también en algunos sectores de Cuenca.

El Cabildo, a través del Consejo de Seguridad Ciudadana (CSC), invirtió $ 8.000 en la instalación de esta tecnología en barrios como Uncovía, Condominio La Floresta y otros.

Hasta el momento son 29 los sectores que ya cuentan con este sistema de disuasión de la delincuencia, beneficiando a 1.776 familias. La inversión que realiza el CSC en esta etapa es de $ 31.496,12.

El sistema de funcionamiento de las alarmas es muy sencillo: cada casa que accede a este sistema de seguridad tiene un pulsador instalado en su vivienda, que se activará solo con tocarlo.

Para que los barrios accedan al sistema de seguridad deberán tener conformada una directiva y asistir a los procesos de capacitación impulsados por la Alcaldía, para mejorar la seguridad. (I)