Las 33 nuevas celdas de ex Penal destinadas a 64 reos
La celda número 13 del pabellón “E” de la que fue sacado el ex presidente general Eloy Alfaro y arrastrado por las calles de la capital hasta ser quemado en el parque El Ejido, fue reabierta dentro del ex penal García Moreno.
Las 33 celdas, que conforman este pabellón, albergarán a 64 internos del ex penal que están en proceso de prelibertades, como el caso de Franklin Cóndor, de 24 años, quien se encuentra a dos meses de obtener la libertad, tras estar detenido durante dos años.
El costo de la remodelación de los tres pisos del pabellón es de 49.000 dólares, en los pisos se modificó la piedra por baldosa, las camas literas son más cómodas, se cambió el alcantarillado y el sistema eléctrico.
La viceministra de justicia, Carmen Simon, explicó que esta es una de las tantas reformas que se implementarán para mejorar la situación de las personas privadas de libertad.
Los internos del ex penal García Moreno forman parte de un proceso de desarrollo integral, el doctor Fausto Cando, psicólogo clínico, es el encargado de dirigir los talleres laborales para la reinserción a la economía, como carpintería, ebanistería, artesanías, de igual manera talleres educativos, valores familiares, comportamiento en la sociedad, etc.
A más de ellos, hay 400 personas voluntarias, entre internos y civiles, que trabajan en este tipo de talleres, que también los beneficia dentro de los procesos para obtener la prelibertad, como buen comportamiento y participación en actividades extras.
El programa de Crecimiento y Desarrollo Integral (CDI) ayuda a los internos en los procesos de agrupamiento social, después de haber estado privados de su libertad durante varios años.
Cando explica que la reinserción económica es difícil para quienes salen de la cárcel, por lo cual se plantea la elaboración de una canasta económica semejante a la existente para las personas con capacidades físicas distintas, para quienes también era difícil obtener un trabajo.
Sin embargo, debido a las reformas de las leyes, hoy las instituciones públicas tienen la obligación de darles una oportunidad.
De la misma manera, se espera que la sociedad trabaje en fuentes de empleo para las personas rehabilitadas que ya han pagado su pena con la sociedad, y tienen los mismos derechos de acceder a un trabajo estable y a una mejor vida.
Crecimiento, desarrollo personal, líderes mayores y menores, son los niveles del taller de integración. El doctor Cando considera que el Gobierno podrá hacer uso de estos líderes, para establecer un trabajo preventivo en la sociedad, enfocado a disminuir el delito en los jóvenes.
Raúl Azpeida, de nacionalidad mexicana, ha permanecido 7 años en el ex penal, al igual que su compatriota Jaime Levi, ambos aportan con su conocimiento en electricidad en los talleres. Lejos de su tierra, se encuentran en espera de sus prelibertades.
Estos procesos demoran más de lo esperado, entre 20 y 30 dólares es el valor de algunos de los trámites, costo que no puede ser asumido por la mayoría de internos.
Algunos, inclusive ya han sobrepasado su tiempo de prelibertades y por la demora de los papeles o la pérdida de los mismos, quedan en un limbo entre la cárcel y su libertad