En total, 38 incendios forestales se registraron de junio a agosto de este año en Quito, que ocasionaron 545 hectáreas contaminadas.  

Durante el último fin de semana el Centro Operativo Local ECU-911 Loja ha coordinado la asistencia para atender al menos 10 incendios forestales diarios, centrados en poblaciones de Loja, Saraguro, Cariamanga, Quilanga, El Cisne y Gonzanamá, donde se ha desplegado personal de Bomberos, Secretaría de Riesgos, Fuerzas Armadas, para controlarlos.

Si bien los incendios en la Sierra ocurren en verano por la baja humedad y alta temperatura, la mano del hombre también está involucrada. “Algunos incendios son producto de pirómanos, que no dimensionan el daño que causan al medio ambiente”, explico Johan Coronel, jefe Operativo Local del ECU-911 Loja.

El artículo 246 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) refiere que la persona que provoque directa o indirectamente incendios en bosques nativos será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres años.

Éber Arroyo, comandante general del Cuerpo de Bomberos de Quito, manifestó que la entidad cuenta con la Unidad de Investigación, que se creó en 2013 para estos casos. “Cuando tenemos un evento, los miembros de la unidad llegan y hacen las pericias en el terreno. Recogen las evidencias como maleza, fósforos, llantas”, indicó.

Arroyo afirmó que, conforme a los informes, el 95% de los incendios es provocado por el hombre, pero explicó que puede ser con la intención de hacer daño o sin ella.

Por ejemplo, explicó que, cuando se realiza una quema agrícola, no hay el propósito de dañar, pero por el viento y la baja humedad en verano las llamas se propagan y producen fuego a gran escala.  

En el caso de los incendios forestales, indicó que es un fenómeno que lamentablemente sucede cada verano, por lo que la entidad se prepara para enfrentarlos desde julio a septiembre.

Martín Cucalón, jefe del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, manifestó que la Unidad de Incendios y explosivos de la Policía Judicial es la encargada de efectuar las indagaciones de los eventos.  

Aseguró que entre agosto y diciembre es el tiempo donde se presentan los incendios forestales en el puerto principal. “En diciembre hay un incremento de siniestros por motivo de cortocircuitos y juegos pirotécnicos en un 50%”.

En el caso de incendios directamente provocados por el hombre, señaló que las riñas familiares y peleas entre pandillas son parte de las causas.

Pirómanos procesados

El martes 2 de septiembre, E.N. fue capturado en un operativo de la Policía Metropolitana y la Policía Nacional en el sector La Ofelia, norte de la capital, por presuntamente ocasionar un incendio forestal.   

El secretario de Seguridad, Juan Zapata, indicó que en ese caso, al igual que en otros, en los que se ha logrado la aprehensión de presuntos pirómanos, el Municipio de Quito presentará la acusación particular contra quienes inicien incendios forestales.

En el caso de José B., detenido en el sector del río Machángara, fue sentenciado a un año de prisión por provocar un incendio forestal en la quebrada Los Molinos, centro de Quito, el 14 de agosto de 2014.

Patricia Guerrero, criminóloga, explicó que la piromanía es una patología desde el punto de vista sicológico porque la persona que provoca un incendio necesita llamar la atención. “Lo que le atrae no es el fuego, sino toda la acción que genera con los policías, bomberos, la histeria. Y cuando ocurre un incendio, él estará entre el público, incluso ofrecerá su ayuda”, explicó.

El pirómano también tiene una etapa de enfriamiento, cuando las condiciones climáticas no le ayudan, no actúa, generalmente espera una época del año para ocasionar fuego, concluyó la criminóloga.

DATOS

El artículo 246 del COIP refiere que la persona que inicie incendios recibirá una pena de 1 a 3 años. Y si ocasionare muerte de personas, la pena será de 13 a 16 años.  

Hasta agosto de 2014 se registraron 38 incendios forestales en Quito con 545 hectáreas quemadas. En 2013 hubo 67 casos con 836 hectáreas. Y en 2012 se quemaron 4.882 hectáreas.    

Dos ciudadanos fueron procesados en Quito por ocasionar incendios forestales. E.N. está en prisión preventiva, mientras a José B. se le dictó un año de reclusión, el pago de una multa y la siembra de 800 árboles.

En Guayaquil, la Unidad de Incendios y Explosivos de la Policía Judicial es la encargada de realizar las investigaciones y pericias de los siniestros.