La destrucción de amapola supera a la de otras drogas
Una plantación de amapola oculta en una finca, ubicada a 30 minutos del cantón Pujilí, en la provincia de Cotopaxi, alertó a las autoridades policiales el pasado 12 de mayo. Hasta el lugar acudieron decenas de agentes para incinerar las más de 1.500 plantas que fueron sembradas con fines ilícitos.
Durante las investigaciones se determinó que la planta era utilizada para elaborar heroína (droga derivada de la planta amapola). Al igual que en este caso, otras 128.653 plantas fueron destruidas el año pasado, revela el último informe de “Cultivos Ilícitos en el Ecuador”, elaborado por el Gobierno Nacional y las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc).
El estudio, que resalta la poca existencia de sembríos irregulares en el país, fue realizado a base de la erradicación de plantas encontradas en el territorio nacional en 2010. El resultado fue comparado con la situación de Colombia, Bolivia y Perú, lo cual permitió llegar a la conclusión de que Ecuador registra niveles mínimos de cultivos ilegales, destacó Flavio Mirella, representante de la Unodc.
Según el informe, el número de matas de amapola eliminadas en el período analizado es superior al anterior (2009). Es así que 128.653 plantas de este tipo fueron detectadas en 2010. Mientras que el numérico pasado llegó a 115.580. La variación de estos años muestra un incremento de 10,2% en la cantidad de erradicadas.
Este aumento -narra el informe- implicaría que “existe, por una parte mayor control de las autoridades y por otra, un crecimiento de la frontera de este cultivo, lo que significaría que esta actividad ilícita viene ganando terreno”.
El jefe de la Dirección Nacional Antinarcóticos, Pedro Gallegos, señaló que estas plantaciones no representan una problemática en relación a la producción de la heroína. “La amapola es una planta silvestre que puede crecer en cualquier parte, en especial en la serranía ecuatoriana”, enfatizó el oficial.
No obstante, alegó que en los casos reportados no se puede estar ciento por ciento seguro de que se tratan de cultivos no motivados. Aclaró que los principales hallazgos de esta irregularidad se dan en las provincias de Bolívar, Tungurahua, Chimborazo y Cotopaxi.
Para Jorge Solórzano, quien se desempeñó como fiscal Antinarcóticos durante 11 años, las plantaciones de amapola, materia básica del opio, no se presentaban con regularidad en el país.
Solórzano consideró que si se localizaron cultivos en 2010 no ha sido de forma natural, sino promovida por el hombre y camuflada con otras plantas. “Aquí casi no se da... crece de manera silvestre en el Triángulo Dorado, lo que era la antigua Indochina (península ubicada en el sudeste asiático)”.
El ex funcionario explicó que su producción es apetecida por los narcotraficantes debido a su alto costo. Dijo que el kilo de coca en Aguas Verdes (Perú), por ejemplo, cuesta entre 1.000 y 1.500 dólares, mientras que el de amapola llega a los 4.500 dólares.
La heroína cuesta diez veces más que otras drogas. “Si el kilo de cocaína cuesta en Estados Unidos entre 25.000 y 30.000 dólares, el de heroína vale entre 80.000 y 90.000”, acotó. Aclaró que en Colombia sí hay cultivos de este tipo, mientras que en Perú y Bolivia solo de coca, que es una planta de clima frío, mientras que la otra crece en un ambiente templado. “Son distintas las geografías para el cultivo de estas plantas”, concluyó.